En concreto, en el Aeropuerto de Palma se han sustituido cuatro equipos, dos de los cinco filtros existentes en la Zona Norte y dos de los cinco de la Zona Sur. El Aeropuerto cuenta con 11 filtros de seguridad en total, ya que tiene otro para los vuelos interislas.
La instalación del primer filtro dotado de este nuevo sistema y su puesta en funcionamiento el pasado año, ha permitido ajustar y mejorar in situ la maquinaria instalada. Así como llevar a cabo un análisis exhaustivo del funcionamiento, con la consecuente optimización de los recursos y la aplicación de mejoras en el equipamiento. Se han incorporado sensores para la protección del equipaje de mano de los pasajeros, además de máquinas supletorias para contingencias.
El nuevo sistema de filtros minimiza las molestias que supone para el pasajero el paso por los arcos de seguridad, ya que las cintas de transporte de bandejas se han alargado, evitando aglomeraciones en espacios limitados. Además, el pasajero no tendrá que llevar los bultos ni las bandejas hasta la llegada de la cinta al control: las bandejas se encuentran en la zona de inicio del proceso, insertadas en el sistema, donde retornan automáticamente. Gracias a la prolongación de la cinta se produce un efecto de «autoinspección», es decir, el pasajero dispone de tiempo en el que no carga con sus pertenencias para, por ejemplo, revisar sus bolsillos.
Con este nuevo sistema, el pasajero puede visualizar su equipaje durante todo el recorrido, a excepción de su paso por la máquina de Rayos-X. Las maletas que necesiten inspección manual no entorpecerán el flujo del resto de equipajes, ya que se dispone de una zona de revisión específica para ello, lo que contribuye a incrementar la fluidez en el proceso puesto que el flujo de pasajeros no se paraliza.
Dicho sistema pionero dispone de unas particulares técnicas que aumentan la calidad de trabajo de los filtros y reducen el tiempo de acceso a la zona de embarque.
