Desde ayer el aeropuerto de Girona funciona sin el centro de asistencia sanitaria para los viajeros y trabajadores de la instalación. Hasta ahora había una persona de enfermería que prestaba el servicio las 24 horas del día durante todos los días del año, y que se hacía cargo de las incidencias que se producían en la terminal. Ahora, estas incidencias se cubren a través del teléfono de emergencias 112.
El servicio lo atendían cinco técnicos sanitarios. También, conviene reseñar que el aeropuerto cuenta con desfribiladores en la terminal y que hay trabajadores con formación para poder utilizarlos en caso de que alguien sufra un infarto.
Aena informó que esta decisión se ha tomado en todos los aeropuertos con menos de ocho millones de viajeros, y que se atiene a lo estipulado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Por tanto, desvinculó la decisión de los numerosos recortes que se están adoptando en el ámbito de los servicios. La sistenca sanitaria tenía un coste para Aena de 217.000 euros y lo realizaba una empresa en régimen de concesión.