El juicio por la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo de Binter Canarias, que ha supuesto el despido de 35 trabajadores de la compañía (entre pilotos y TCPs), quedó visto para sentencia la semana pasada. Durante los cuatro días que duró el juicio, los demandantes han demostrado con diversas pruebas y testimonios que el ERE no reúne las causas económicas necesarias exigidas por ley.
También, que su único objetivo es terminar con las condiciones laborales de sus trabajadores y que el acuerdo firmado con los sindicatos mayoritarios durante el periodo de consultas es discriminatorio para ciertos colectivos.
El segundo ERE de Binter Canarias por causas económicas, presentado hace un año por Binter Canarias, fue demandado por el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, SEPLA, y el Sindicato de Tripulantes Auxiliares de Vuelo, STAVLA, que pidieron la nulidad del mismo por considerarlo fraudulento.
El juicio se ha celebrado en el Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz de Tenerife tras varios aplazamientos. El abogado de SEPLA y STAVLA consiguió demostrar que la situación económica del Grupo Binter es solvente y no justifica un despido colectivo como el que se plantea, ya que se tenía que haber probado una disminución progresiva de los ingresos del Grupo Binter, cosa que no se ha hecho.
Sobre el Grupo Binter
El Grupo Binter es un conglomerado empresarial en el que figuran tres aerolíneas: Binter Canarias, Canair y Naysa. Nació a raíz de la escisión de los diferentes departamentos internos de Binter Canarias, que se convirtieron de manera artificial en empresas con entidad propia dentro del grupo. Desde hace años, los propietarios de Binter Canarias han ido vaciándola de producción progresivamente, traspasando flota y personal de la matriz a las otras aerolíneas del Grupo. De los 13 aviones con que Binter Canarias contaba en 2007 se ha pasado a tan sólo uno en la actualidad, con la consiguiente reducción de personal, especialmente de pilotos y tripulantes de cabina.
La drástica reducción del personal de Binter Canarias se ha hecho a través de dos vías: a través del traspaso voluntario del trabajador a las otras aerolíneas del Grupo –instigado por la propia empresa- o a través de la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo que se hacía a quienes decidían quedarse en Binter Canarias. El traspaso forzoso de empleados de una empresa a otra llegó a ser evidente con el envío de cartas del Presidente de Canair –Vicepresidente, a su vez, de Binter Canarias- a los empleados.
En dichas misivas, firmadas por el Gerente de Binter, se instaba a los trabajadores a cambiarse a Canair, una empresa de reciente creación con un futuro “más garantizado” que la propia Binter Canarias. En estas otras compañías no existe representación sindical y las condiciones laborales son mucho más precarias que las de Binter.
La justificación de la empresa a este último ERE se asienta en la supuesta inviabilidad de sus cuentas. Un argumento que SEPLA ha conseguido desmontar durante el juicio, a través de informes de cuentas de 18 empresas del Grupo demandadas por SEPLA. De hecho, 2011 fue el año que mejor resultado económico obtuvo el Grupo, con más de 12 millones de euros de beneficio neto.
“El único objetivo de este ERE es el de acabar con unas condiciones laborales conseguidas por los sindicatos de Binter Canarias a lo largo de los años”, denuncian desde la Sección Sindical de SEPLA en Binter. “Confiamos en que la Justicia no ampare este tipo de gestión empresarial que actúa al borde de la ley para acabar con los representantes legales de los trabajadores”.