El Ejecutivo no quiere bajo ningún concepto que el nuevo plan estratégico que prepara Iberia le pille por sorpresa, como sucedió con el que la compañía aprobó el pasado mes de noviembre y que motivó una gran tensión entre la dirección de la empresa, los trabajadores y el propio Gobierno. El objetivo fundamental es que los nuevos destinos de la aerolínea no comprometan el futuro de la T4 de Barajas, en la que el Ejecutivo invirtió 6.000 millones de euros. / Esta noticia se puede leer en www.vozpopuli.com