IATA ha revisado ligeramente a la baja su previsión de beneficios para 2016, situándola en 35.600 millones de dólares (en junio pronosticó 39.400). La desaceleración del PIB mundial y el aumento de los costes son los principales factores de esta rebaja. Aun así, será el mayor beneficio absoluto generado por la industria aérea.
«Las aerolíneas siguen obteniendo buenos resultados. Este año esperamos un beneficio récord de 35.600 millones de dólares. Aunque las condiciones serán más difíciles en 2017 con la subida de los precios del petróleo, la industria ganará 29.800 millones de dólares el próximo año, un aterrizaje muy suave y seguro en un territorio rentable. Estos tres años han sido los mejores de la historia de la industria, a pesar de la incertidumbre y los riesgos ‒políticos, económicos y de seguridad, entre otros‒ que enfrenta. Y controlar los costes sigue siendo un constante desafío para una industria altamente competitiva», dijo Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA.
«Tenemos que poner esto en perspectiva. Estas ganancias récord significan que los beneficios de nuestras aerolíneas superan el coste de capital. Para cualquier otro sector, esto sería un nivel normal de retorno de la inversión. Pero tres años de beneficios sostenibles es algo inédito en la industria de aerolíneas. Y tras varios años de duro trabajo en la reestructuración del sector, la industria es ahora más flexible y resistente. Pero no debemos olvidar que los beneficios no son uniformes entre las diferentes regiones y que la mayor parte se concentran en Norteamérica», señaló de Juniac.
Perspectiva para 2017
En 2017 la rentabilidad agregada de las aerolíneas aumentará por octavo año consecutivo, lo que muestra la resistencia de la industria ante la amenaza de los inevitables shocks. Las aerolíneas retendrán un promedio de 7,54 dólares por pasajero transportado.
El precio más caro del petróleo es el principal responsable de la previsión de 2017. Se prevé que en 2017 el precio medio del barril (Brent) sea de 55 dólares. En consecuencia, el precio del combustible de aviación subirá de 52,1 dólares el barril (2016) hasta 64,9 dólares (2017). El combustible representará el 18,7% de los costes totales de la industria en 2017, muy por debajo del máximo (33,2%) alcanzado en el periodo 2012-2013.
La demanda de pasajeros se verá afectada por el incremento de los precios del petróleo. En 2017 el sector registrará una caída de la demanda hasta el 5,1% (desde el 5,9% en 2016). La
capacidad también se reducirá, desde el 6,2% (2016) al 5.6%, aunque superará la demanda y provocará la caída del factor global de ocupación al 79,8% (desde el 80,2% en 2016).
Se espera que el impacto negativo de la caída del factor de ocupación se compense en parte con el fortalecimiento de la economía mundial. El PIB mundial crecerá un 2,5% en 2017 (2,2% en 2016), y junto a los cambios estructurales en la industria, se espera que contribuya a parar la caída que los rendimientos (en dólares) vienen sufriendo cada año desde 2012 en los sectores de carga y de pasajeros.
Hay un cierto optimismo para el sector de carga en 2017. La estabilización de los rendimientos y un repunte moderado de la demanda (3,5%) impulsarán los volúmenes de mercancías hasta la cifra récord de 55,7 millones de toneladas (frente a 53,9 millones de toneladas en 2016). Se espera una ligera subida de los ingresos de la industria hasta los 49,400 millones de dólares (muy por debajo de los 60.000 millones de dólares anuales registrados en el periodo 2010- 2014). Las perspectivas comerciales siguen siendo desafiantes.
«La conectividad continúa estableciendo nuevos récords. Esperamos casi 4.000 millones de viajeros y 55,7 millones de toneladas de carga en el próximo año. Y casi el 1% del PIB mundial se destina al transporte aéreo, unos 769.000 millones de dólares. El transporte aéreo ha hecho el mundo más accesible que nunca y su papel es vital para el desarrollo de la economía global», dijo De Juniac.
«Sin embargo, los gobiernos no facilitan el trabajo de la aviación. Los impuestos totales han aumentado hasta los 123.000 millones de dólares. Más del 60% de los países exigen visado. Y existen más de 230 tasas diferentes. Miles de millones de dólares se malgastan en costes directos y se pierde productividad como resultado de una infraestructura deficiente. Estos son sólo algunos de los obstáculos que enfrentan las aerolíneas. Nuestro objetivo es colaborar y conseguir que los gobiernos comprendan mejor los beneficios sociales y económicos de la conectividad aérea», apuntó De Juniac.