Sobre unos cielos atestados de aviones, a 10.000 metros de altura, las aerolíneas libran la penúltima batalla de la era de los vuelos baratos. El precio se ha convertido en la verdadera fuerza de gravedad y la tradicional separación entre clase turista y preferente ha saltado por los aires. / Esta noticia se puede leer en www.elpais.com.