La aerolínea irlandesa Ryanair informó ayer que entre el 17 noviembre de este año y el 18 marzo de 2018 próximos dejará de operar 25 de los 400 aviones que componen su flota para eliminar la «posibilidad» de que se vea obligada a «cancelar más vuelos» en el futuro.
De esta manera, indicó, se eliminará el «riesgo de haya más cancelaciones», después de que el pasado 15 de septiembre la aerolínea anunciase la suspensión de 2.100 vuelos durante seis semanas debido a un fallo en la distribución de las vacaciones de los pilotos.
Otra ventaja de la medida es que una parte importante de la plantilla de pilotos podrá realizar las vacaciones sin el riesgo de que se repitan los problemas que recientemente se han detectado y que han comportado la supresión de miles de vuelos.