Un Boeing 717 de la compañía Volotea, con matrícula EI-EXJ, sufrió ayer tarde un percance en el Aeropuerto de Asturias minutos antes de iniciar un vuelo con destino a Sevilla. Cuando el pasaje se encontraban acomodándose en el interior del avión, se produjo una explosión en la parte posterior del aparato y comenzó a sentirse un fuerte olor a quemado.
La tripulación ordenó entonces que los pasajeros abandonasen el avión, lo cual se hizo de forma ordenada. Volotea explicó después que «ha habido un problema técnico en uno de los chequeos que se hacen antes de volar y en esa comprobación se detectó una anomalía que hizo saltar la alarma». Al parecer, el humo ha sido causado por un fusible que estalló durante las comprobaciones rutinarias que se hacen a los aviones antes de iniciar el vuelo: «En ese procedimiento de comprobación se detectó un problema técnico, saltó el chivato de que algo no iba bien y eso provocó el humo».
Según fuentes de la compañía, los mecanismos de control «funcionaron» porque durante el chequeo inicial se detectó el problema técnico y quedó desactivada la comprobación. No obstante, confirman que aún se desconocen las causas del incidente y es el servicio de mantenimiento el que está averiguando si se trata de «algo simbólico o se necesita sustituir una pieza».
Los viajeros fueron trasladados a un hotel en Avilés a la espera de que un nuevo avión les llevase a su destino, donde tenían que haber aterrizado en la capital hispalense a las 17.15 horas de ayer. La previsión era que el despegue tenga lugar a las 23 horas.