La línea aérea de bajo coste rusa Pobeda Airlines, filial de Aeroflot, continúa apostando por el aeropuerto de Girona-Costa Brava en sus planes de expansión y ahora lo hará de manera constante en verano aumentando las frecuencias con Moscú de cinco a siete a la semana.
Además, como ya se había anunciado hace casi un año, se confirma que a partir del 2 de junio volará a San Petersburgo con dos frecuencias semanales con un avión Boeing 737-800 con capacidad para 189 pasajeros.
Por tanto, Girona tendrá un vuelo diario con Moscú-Vnúkovo durante los meses de julio, agosto y septiembre. Durante el resto del año, las conexiones se mantendrán con cinco frecuencias a la semana entre los meses de abril, mayo y junio, mientras que el resto de meses de invierno la compañía operará con tres frecuencias semanales.
Desde las instalaciones de Vilobí d’Onyar se podrá volar a 14 ciudades de este extenso país. En este caso, previa escala en Moscú, la oferta llega a localidades remotas pero también a otros destinos atractivos ubicadas más al sur. En concreto, los destinos, previa conexión, son Almaty, Majachkalá, Rostov del Don, Cheboksary, Cheliabinsk, Ekaterimburgo, Krasnoyarsk, Nàberejnie, Novosibirsk, Perm, Samara, Sochi, Surgut y Volgogard. El vuelo de Girona a Moscú-Vnúkovo tiene una dufación aproximada de tres horas y media.
En paralelo, la compañía abrirá una nueva ruta a Girona para conectarla con San Petersburgo, la segunda ciudad rusa más grande después de Moscú. La conexión entre el aeropuerto Internacional Púlkovo de San Petersburgo se hará a partir del 2 de junio con dos frecuencias semanales.
