La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha hecho un llamamiento al Reino Unido y a la Unión Europea para que pongan en marcha de forma urgente un plan de contingencia que garantice la continuación de los servicios aéreos en caso de un «Brexit sin acuerdo».
El organismo queagrupo a las aerolíneas pide que dicho plan mantenga la certidumbre en tres áreas críticas del transporte aéreo:
1.- continuidad de la conectividad aérea;
2.- marco regulatorio para la seguridad, y
3.- políticas y procesos necesarios para una gestión eficiente de las fronteras.
«Estas son las áreas más críticas porque carecen de medidas alternativas —como las previstas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en otras áreas en caso de un Brexit sin acuerdo—, lo que amenaza con interrupciones en las cadenas de suministros y el caos en el sector de los viajes aéreos si no se abordan estos problemas con un plan de contingencia transparente para la industria. A menos de seis meses para que el Reino Unido abandone la UE, la situación no es menos incierta que en junio de 2016”, dijo Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA.
El llamamiento sigue a la publicación del estudio encargado por la IATA Study of the effects of the United Kingdom leaving the European Union on airlines flying to and from the UK, en el que se analizan las consecuencias de la salida del Reino Unido de la UE en el transporte aéreo entre ambas regiones.
Conectividad aérea y plan de contingencia
Incluso ante la posibilidad de acordar un periodo de transición a partir de marzo de 2019, el alto grado de incertidumbre y riesgo para los servicios aéreos siguen presentes. Un Brexit duro o sin acuerdo, y sin un período de transición, amenaza la continuidad de los servicios aéreos. Además, la falta de transparencia con respecto a cualquier plan de contingencia solo genera desconcierto en el sector de aerolíneas sobre las medidas tomar.
«La UE y el Reino Unido son responsables ante millones de ciudadanos que dependen de un transporte aéreo fiable. El objetivo debe basarse en un acuerdo integral de servicios aéreos que no ponga en peligro la conectividad actual. Pero ante el riesgo de un Brexit ‘sin acuerdo’ a estas alturas, es esencial que las autoridades de aviación civil de la UE y el Reino Unido diseñen un plan de contingencia que garantice un nivel mínimo de conectividad, tan vital para las personas y el mundo empresarial. Esto tiene que ser una de las máximas prioridades del
Brexit. Urge poner en marcha un plan de contingencia que asegure que los aviones siguen volando después de marzo», dijo De Juniac.
Seguridad física y operacional
Crear un marco regulatorio para la seguridad física y operacional para los vuelos entre el Reino Unido y la UE que garantice una seguridad de clase mundial —máxima prioridad de la industria de aerolíneas— es un trabajo complejo e intenso. No se puede comprometer la seguridad de los pasajeros ni de la carga aérea.
Con independencia de la evolución del Brexit, la IATA exige que el Reino Unido permanezca en la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), al menos como «miembro de un tercer país», y que la AESA y la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA, por sus siglas en inglés) puedan iniciar la negociación de los aspectos técnicos que afecten a su futura relación. Urge el reconocimiento mutuo de licencias profesionales, estándares de materiales y piezas, y otros elementos de seguridad para que entre en vigor inmediatamente después de marzo.
La seguridad física, tanto en el sector de pasajeros como de carga, puede verse muy afectada ante la falta de acuerdo. Cuando se trata del reconocimiento de medidas de seguridad, todas las partes deben cooperar para lograr un acuerdo que garantice el status quo.
«La prohibición de las discusiones entre la AESA y la CAA del Reino Unido sobre su relación futura es un total disparate. Estamos hablando de seguridad aérea: la prioridad número uno para todas las personas relacionadas con el transporte aéreo y la principal responsabilidad de los gobiernos. Entendemos la complejidad de las cuestiones políticas en juego. Pero la seguridad física y operacional no deben ser negociables», dijo De Juniac.
Gestión de fronteras
Un Brexit sin acuerdo aumenta la probabilidad de que los viajeros de la UE alarguen las enormes colas en el control de pasaportes del Reino Unido. Una alternativa sería crear un «tercer pasillo» para los pasajeros de la UE. Pero sea como sea, será necesario aumentar la inversión para reclutar y formar más personal.
La situación con respecto a las mercancías es aún más compleja. La negociación en materia de aduanas carece de acuerdos sólidos. Lo más probable, incluso en un período de transición, es que los envíos se retrasen o cesen mientras se establecen nuevos procedimientos aduaneros.
«Los inconvenientes sobre los movimientos de personas y bienes tendrán un impacto directo e importante en la actividad económica tanto en el Reino Unido como en la UE. Las soluciones para minimizar este impacto son de suma importancia. Los acuerdos aduaneros deben ser firmes antes del Brexit si queremos que todo siga en orden después», dijo De Juniac.