La aerolínea del Grupo Lufthansa Swiss International Air Lines divulgó un comunicado el pasado 30 de diciembre en el que informaba con «profundo pesar y tristeza», de la muerte de un tripulante de cabina de pasajeros (TCP) que formaba parte del vuelo LX 1885 del 23 de diciembre.
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El avión, un Airbus A220-300, volaba de Bucarest a Zúrich y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Graz, Austria, «tras sufrir problemas en el motor y generarse humo en la cabina de mando y en la cabina de pasajeros». En el comunicado varios directivos de la aerolínea expresan su dolor y congoja por la muerte del tripulante de cabina.
La nota de prensa recoge que Oliver Buchhofer, director de operaciones de Swiss, manifiesta que «en este momento realmente difícil haremos todo lo posible, junto con las autoridades pertinentes, para determinar las causas del problema. Tenemos muchas preguntas y queremos obtener respuestas. Nuestro agradecimiento especial va dirigido a las partes responsables en Graz, especialmente a los servicios de emergencia locales, que han brindado a nuestros pasajeros y miembros de nuestra tripulación una ayuda y un apoyo tan profesionales».
De los 74 pasajeros que viajaban en el avión, 17 necesitaron atención médica y dos miembros de la tripulación tuvieron que ser hospitalizados.
Swiss International Air Lines tiene 30 A220, de los que 21 son del modelo -300 y nueve del -100. El motor será desmontado y llevado a Estados Unidos para que lo examine el fabricante.
Según informa el diario francés Les Echos, se habría producido «la ruptura de una de las piezas principales, por una razón desconocida». Además, no hay precedentes de una avería de este tipo en el motor, el Prat&Whitney PW1000GTF, que equipan los A320neo, los A220 y los Embraer E2. Unos 2.000 aviones equipan este motor y sus variantes. El diario afirma que esta nueva avería se añade a «la lista de averías y problemas sobrevenidos en lo diferentes modelos» del mencionado motor, «que ya es extensa».
Aviation Safety Network ha contabilizado más de 80 averías en vuelo en todos los modelos de avión desde 2018. Por su parte Les Echos afirma haber contabilizado 62 averías del motor PW1100 desde 2018, de las que siete ocurrieron en 2024. Y el modelo PW1500, que equipan los A220-300, acumula entorno a 20 fallos, cinco en 2024.
Aunque estas averías o fallos no han causado ningún accidente, la confianza en los motores Pratt & Whitney se ha erosionado. En 2019 la compañía Indigo, principal cliente del A320neo, se decantó por equipar su motores con el franco americano CFM. Pero los motores del Airbus A220 no cuentan con alternativa, aunque las aerolíneas que operan el A220 elogian el ahorro de consumo y bajo ruido del motor. Pero, según Les Echos, habría más de 600 aviones en los talleres de mantenimiento que no pueden volar ya que también se ha detectado desde los primeros años que se introdujo el motor PW GFT un «desgaste prematuro».
En otro párrafo se indica que la revisión completa de un motor puede durar entre 60 y 90 días, pero que excepcionalmente puede llegar a durar un año, y se menciona el caso de un A220 de Air Baltic que estuvo inmovilizado 386 días. Esta compañía ha anunciado recientemente que suprime 4.670 vuelos de la próxima temporada de verano.
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En la información se explica que para este año y 2026 Pratt & Whitney y su socio alemán MTU «preven inmovilizar 350 aviones por año por término medio, y que cada aparato estará sin volar entre 250 y 300 días a fin de efectuar las reparaciones necesarias en los motores.
Los defectos detectados deben comportar indemnizaciones del fabricante a las aerolíneas, pues recientemente Pratt & Whitney ha llegado a un acuerdo con Wizz Air por las inmovilizaciones de unos 40 A320neo. Otra aerolínea, la americana Spirit, en concurso de acreedores, prevé llevar este año unos 70 A320neo al taller.