El suceso se produjo cuando el avión ganaba altura para efectuar un lanzamiento de paracaidistas. El piloto, al comprobar que el motor perdía potencia, pidió a los paracaidisas que saltasen, cuando el aparato estaba a unos 5.000 pies sobre el aeródromo de la población -que se encuentra dentro de un pequeño circuito de automovilismo-.
A continuación se dispuso a regresar al aeródromo pero la pérdida de altura con excesiva rapidez le obligó a efectuar el aterrizaje en la circunvalación de Albi, una autovía de dos carriles por sentido con una separación de hormigón. El piloto salvó la comprometida situación al encontrar un hueco entre los vehículos que circulaban. No se produjeron heridos ni daños materiales, a excepción del reventón de la rueda delantera del avión. La noticia se puede ampliar en www.ladepeche.fr.