Varios spotters y los controladores aéreos ayudaron para que no se divulgasen imágenes del avión
Según informa Aerobuzz.fr, este objetivo se ha conseguido con la complicidad de los spotters que frecuentan el aeropuerto de Tarbes, donde tiene su sede Daher-Socata, además de los controladores aéreos. Hay que tener en cuenta que el nuevo modelo no pasa desapercibido con respecto al TBM850, pues incorpora winglets. En la información se comenta que los responsables de la empresa contactaron con los spotters y que les dejaron hacer todas las fotos que deseasen a condición de no revelarlas hasta el pasado 12 de marzo.
Además, los controladores aéreos les ayudaron para que los vuelos, que se programaban a primeras horas del día, no coincidiesen con las operaciones de rodaje por la pista de otros aviones desde los cuales se le podría haber fotografiado. Una vez que el avión aterrizaba, el piloto se comunicaba con personal de la empresa para asegurarse que el regreso del avión al hangar se realizaba cuando no había visitas en la instalación. La web francesa sugiere que incluso algún aterrizaje se tuvo que demorar unos minutos para asegurar que no fuese detectado por algún indiscreto.
Y, por último, los compradores se enteraron a última hora, en el momento de firmar el contrato, que el avión que compraban no era el TBM850 sino el nuevo TBM900. Por este motivo, en pocas semanas se firmaron 40 contratos de venta, lo cual equivale a las entregas de 2013.
De esta forma, Daher-Socata se ha asegurado dar la sorpresa al presentar el TBM900 certificado sin que hubiese trascendido con anterioridad su existencia. Uno de los objetivos del fabricante es presumir de haber mejorado mucho el TBM con su propia tecnología, llevando a buen puerto un programa aeronáutico complejo, pues el TBM900 tiene 26 modificaciones con respecto al TBM850. El pasado día 14 despegaron de Tarbes tres TBM900 para se entregados a clientes de Estados Unidos.