En el avión… todo en orden

Desde el año pasado la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) está incluyendo a la aviación general en las inspecciones SANA (Safety Assessment of National Aircraft), también conocidas como inspecciones en rampa.

Estas inspecciones se están haciendo por sorpresa y de forma aleatoria en plataforma, poco antes de arrancar el motor, tanto en aeropuertos de AENA como privados. 

En estas revisiones, uno o varios inspectores de AESA se acercan al avión cuando está en la plataforma antes de arrancar el motor, y realizan un chequeo de la aeronave, de la documentación y de otros puntos relativos a la operación, siguiendo una lista de chequeo estándar de 53 puntos. En el caso de la aviación general, lógicamente muchos de ellos no se aplican, así que suelen ser unos 23 puntos. Estos son los principales.

Lo primero que piden son la documentación del piloto (licencia de vuelo y certificado médico) o pilotos en caso de alumno e instructor. Después le llega el turno a la documentación del avión. Aquí tenemos que recordar que hay que llevar siempre el certificado de matrícula, la póliza del seguro, el certificado de aeronavegabilidad (con sus revisiones), el programa de mantenimiento, la licencia de estación de aeronave, el certificado de niveles de ruido y la hoja de peso y centrado (la pesada que realiza el centro de mantenimiento).

También es importante no olvidar el manual del avión (POH), que siempre tiene que estar a bordo y actualizado. En cuanto al avión van a ver el aspecto general de la aeronave (revisan 11 puntos), entre otros el extintor, que comprobarán su anclaje, su estado y que esté al día en sus revisiones.

Y luego hay otros puntos “operacionales” que son en los que están encontrando más discrepancias: las cartas de navegación y la hoja de carga y centrado. En cuanto a la carga y centrado piden que la llevemos hecha, y con las condiciones actuales del avión. En algunas ocasiones se ha podido presentar una carga y centrado hecha con una aplicación de móvil o tablet, pero los inspectores se fijarán que los datos del avión en la aplicación coincidan con la información que está en la hoja de peso y centrado de la documentación, no vale una aplicación genérica del modelo de avión.

En cuanto a la cartografía, ahora que mucha gente vuela con mapas “electrónicos”, la normativa (y los inspectores lo miran siempre) exige que en el avión se lleve una cartografía actualizada en papel de la zona de vuelo. Así, que además, no vale llevar un mapa de hace varios años.

Es importante llevar todo en regla, pues esta inspección puede derivar en sanciones (que en aviación son muy elevadas) e incluso si afectan a la seguridad, el inspector puede pedir medidas correctoras inmediatas o impedir que el vuelo despegue.

Todas estas inspecciones SANA para aviones con matrícula española se complementan con las SAFA para aeronaves con matrícula extranjera. Todos estos datos pasan, posteriormente, a una base europea de EASA.

Texto: www.realaeroclubdeespaña.org

 

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