El accidente ocurrido el pasado 6 de julio en la comarca leridana del Alt Urgell, en el que murieron dos personas cuando el helicóptero Eurocopter AS 350 B2 de la empresa Helitrans Pyrenees con matrícula EC-MV se estrelló en el municipio de la Vassa i Fornols, se desencadenó durante un vuelo imprevisto, en el curso de la actividad que se realizaba.
En contra de lo que publicaron los medios de comunicación, incluido AeroTendencias,com, el siniestro no ocurrió cuando se inspeccionaba el tendido eléctrico. Según los datos preliminares del accidente, que ha publicado la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), con el helicóptero siniestrado se estaban realizando trabajos de colocación de pilotes de hormigón en las inmediaciones de Vassa i Fornols con la ayuda de un operario en tierra.
Según el organismo aeronáutico, «mientras realizaba su labor, el operario se lesionó en una mano. El piloto decidió aterrizar en una carretera cercana para recogerle y trasladarle al aeródromo de La Seu d’Urgell, del cual habían partido. Durante el vuelo de traslado, la aeronave se precipitó contra el terreno y se incendió». En el siniestro fallecieron el piloto Haritz Galarraga Gortázar y Jordi Figueras Roma.