Hoy a las 10 horas comienza en Francia la tercera edición de la Coupe 100/24, patrocinada por Breitling, en la que 20 aviones y sus respectivas tripulaciones tienen durante 24 horas el reto de aterrizar y despegar de 100 aeródromos de distintos Francia. La logística de la competición y la necesidad de que las tripulaciones se turnen para pilotar los aviones comporta que cada avión cuente con entre uno y dos aviones más de asistencia.
Evidentemente, para conseguir el objetivo, el plan de vuelo pasa por realizar trayectos los más corto posible. Pero la organización impone que se llegue a los cuatro puntos cardinales del país. Así, es obligatorio pasar por los aeródromos de Estrasburgo, Biarritz, Hyères y Brest. Los aviones que vuelan son de diverso tipo, desde el Cessna 182, Cirrus SR-22, Robin DR-400/160, DA40, Cessna 210, TB-20 Trinidad, F33 Bonanza y hasta un Pilatus PC-6. El reglamento de la competición impone que sólo pueden participar aviones monomotores o monoturbohélices.
Además de los aeródromos de paso obligado, otra condición es que el piloto al mando vuele un máximo de cuatro horas seguidas. Además, han de tener un mínimo de 250 horas de vuelo en los últimos 10 últimos años o 100 en los últimos tres años.
La salida comienza en el aeródromo de París-Vatry y la finalización está fijada en el de Villacoublay, cercano a París. En la realización de la prueba predomina el deseo de poner en valor y preservar la existencia de una tupida red de aeródromos en Francia, que permite realizar hasta 100 aterrizajes en un solo dia.
Pero es evidente que a medida que la prueba se ha consolidado el aspecto deportivo adquiere gran importancia y da prestigio a los vencedores, pues entre los participantes figuran por igual pilotos privados, profesionales y militares.
La primera edición, contó con 10 aviones y este año se ha fijado el máximo de aviones en 20 a fin de disponer de la mayor seguridad, pues aproximadamente vuelan de forma constante unos 30 aparatos.