Skycharge, impulsado por Green Motion, perteneciente al grupo Eaton y Pipistrel, se ha convertido en el primer cargador de aviones eléctricos independiente de fabricantes en ser aprobado por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).
Este anuncio se realiza después de que la aeronave Velis Electro de Pipistrel recibiera el primer certificado para un avión eléctrico de la EASA en junio del pasado año. La aprobación de Skycharge supone otro hito importación en la búsqueda de una aviación sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
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Skycharge ha sido construido con la tecnología de carga CC propietaria de Eaton, que proporciona una eficiencia de conversión inigualable (más del 96%), huella e infraestructura de carga con densidad de potencia para aviones eléctricos y aviones eVTOL (aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje).
El cargador está disponible como versión fija sobre un soporte o con ruedas para su movilidad. La versión móvil de Skycharge alimenta tanto a los aviones eléctricos (a través del conector del cargador GB/T) como a los coches (a través del conector CCS o CHAdeMO), sin costes de instalación, ya que el cargador puede conectarse fácilmente a una toma de corriente CEE existente.
Skycharge es también la primera estación de carga para aviones eléctricos con funcionalidades de smart grid, ya que está preparada para la tecnología de Vehículo a Red (V2G).
«Skycharge es el resultado de la asociación entre Pipistrel y Green Motion, dos empresas con ideas revolucionarias y soluciones de vanguardia. Al poner en común nuestros equipos de ingeniería de categoría mundial para dar forma y definir el futuro de los aviones eléctricos, buscamos ofrecer la mejor experiencia de vuelo y reducir significativamente el coste de volar, así como la contaminación atmosférica y acústica», ha señalado François Randin, fundador y CEO de Green Motion, que ahora forma parte de Eaton.
Eaton y Pipistrel son miembros del Comité de Almacenamiento y Carga de Energía de Aeronaves AE-7D del SAE International, lo que les permite participar activamente en la configuración de un estándar aeroespacial aceptado internacionalmente en la carga de vuelos electrónico.
