El pasado domingo 28 de enero se produjo el primer accidente mortal del año de la aviación deportiva y general en España. Los dos ocupantes de un ultraligero perdieron la vida cuando sobre las 13:15 horas el aparato impactó en la parte superior de un monte y cayó por una pronunciada pendiente incendiándose a continuación.
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El aparato siniestrado era un Aeroprakt A22L, cuya matrícula es EC-FI1. El lugar del accidente se conoce como el alto de La Muela, situado en el municipio de Alarilla, en la provincia de Guadalajara. El ultraligero había despegado del aeródromo turolense de Torremocha de Jiloca, donde había participado en la concentración anual conocida como La Polar. El lugar de llegada era el aeródromo de Robledillo de Mohernando (Guadalajara) situado a unos 20 km. del lugar del accidente.
Hace pocos días la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de la Aviación Comercial (CIAIAC) ha divulgado el informe preliminar del accidente, en el que figura una sorprendente revelación que, no obstante, no aclara todas las circunstancias que rodearon esta tragedia aérea.
Según se explica en el informe, «la aeronave sobrevoló el alto de La Muela en dirección suroeste en una primera pasada. A continuación, viró por su derecha para realizar una segunda pasada, finalizando muy próximo al terreno e impactando con la punta del ala con una persona que se encontraba en su motocicleta, colisionando posteriormente la aeronave contra el terreno e incendiándose en la ladera oeste. Los dos ocupantes de la aeronave fallecieron y la persona que se encontraba en su motocicleta resultó con heridas leves. La aeronave resultó destruida».
