Perspectivas de los nuevos aviones cisterna para la Fuerza Aérea de Rusia

Foto: RIAN
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El Ministerio de Defensa de Rusia está negociando la compra de treinta y un nuevos aviones de reabastecimiento en vuelo Il-78 que aumentarían considerablemente la capacidad de la Fuerza Aérea para actuar a una gran distancia de sus bases. Al propio tiempo, es un problema que requiere solución radical.

Según la información disponible, los aviones en cuestión (denominación oficial: Il-78М-90) serán construidos tomando como prototipo el avión militar de transporte Il-76MD-90А, cuya producción en serie actualmente desarrolla una fábrica en Uliánovsk (a orillas del río Volga)

La compra de estos aparatos permitirá aumentar en 150 % el parque actual (son una veintena de los Il-78М construidos en los años 80 del siglo pasado) de aviones cisterna de la Fuerza Aérea rusa. Dichos aviones, fundamentalmente, reabastecen los aviones Tu-95 y Tu-160 que permanecen en el aire de doce a dieciséis horas, e incluso más.

Al propio tiempo, los nuevos aviones tácticos rusos, adaptados para el reportaje aéreo, también precisan de aviones cisterna.

La decisión de reanudar las compras de las versiones modernizadas de aviones de reabastecimiento (sobre todo, tomando en consideración el despliegue de su producción en Uliánovsk) parece bien lógica, pero tiene tres aspectos negativos.

En primer lugar, el precio de los aviones que subió notablemente debido al traslado de la producción a Uliánovsk. El Ministerio de Defensa tendrá que pagar a la planta de Uliánovsk unos ciento veinte millones de dólares por avión. En comparación, un modelo análogo (Il-76TD-90VD) construido en Tashkent para la compañía aérea Volga-Dnieper cuesta tan solo unos cincuenta y cinco millones de dólares.

En segundo lugar, la producción de treinta y un aviones cisterna, aun cuando puedan ser convertidos en aviones de transporte, reduce tácitamente el número de nuevos aviones de transporte que podría adquirir el Ministerio de Defensa. Pero renovar el parque de aviones de transporte también es indispensable.

Posiblemente, se logre dar solución a este problema reparando los aviones Il-76 construidos en el período soviético e instalando en ellos nuevos motores

Y, por último, en tercer lugar, ni siquiera disponiendo de los cincuenta y un aviones Il-78 (veinte viejos más treinta y un modernizados), se logrará resolver el problema. La aviación táctica necesita un número mucho mayor de aviones de reabastecimiento con una capacidad de carga inferior a los Il-78М.

El contrato de compra de los treinta y un aviones Il-78М-90 tiene sus razones de ser, no cabe la menor duda. Pero, evidentemente, en un futuro próximo el Ministerio de Defensa debería adquirir también un lote de aviones de reabastecimiento más ligeros y baratos.

Podrían reabastecer la aviación táctica aviones comerciales convertidos en aviones cisterna. Como modelos de referencia podrían utilizarse los Tu-154, dado una gran cantidad de estos aviones con una vida útil todavía no expirada. O también los Tu-204, aviones modernos que podrían fabricarse en grandes lotes.

La construcción de varias decenas de aviones cisterna de este tipo durante diez años sería un gran alivio para la Fuerza Aérea que obtendría la posibilidad de maniobrar con grandes unidades de la aviación táctica.

Una solución adecuada podría ser el desarrollo de aviones cisterna ligeros tomando como prototipo los An-148/158 o el avión de transporte ruso-indio MTS/MTA, ahora en fase de proyección. Estos aviones, parecidos por sus parámetros al avión de reabastecimiento estadounidense KС-130, abrirían las perspectivas para repostar en el aire también helicópteros de la Marina y del Ejército de Tierra. Esto ya se practica en EEUU, la posibilidad de maniobrar rápidamente hace posible alcanzar importantes resultados aun disponiendo de fuerzas reducidas.

Esta tesis es válida para todas las épocas. De hecho, todos los grandes estrategas, tanto de los tiempos antiguos como de la Segunda Guerra Mundial, atribuían al arte de la maniobra el papel clave en el desenlace de la batalla.

Texto: Ilyá Krámnik / Publicado en La Voz de Rusia

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