Boeing se asoció en 2013 con el fabricante sueco Saab para diseñar y producir el T-X, el avión de entrenamiento avanzado que podría reemplazar a los casi 350 entrenadores Lockheed T-38 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), cuya vida útil finalizará en 2024. El primer prototipo se presentó ayer en Saint Louis (Missouri).
Los responsables de la USAF deberán evaluar el avión mediante un programa de pruebas de vuelo, que debería comenzar antes de que finalice 2016 con el vuelo inaugural del T-X. Boeing y Saab tienen en fase avanzada de construcción un segundo prototipo.
El diseño del Boeing T-X combina elementos del F-18 y del Saab JAS 39 Gripen, aunque es un avión de nuevo diseño destinado específicamente para la misión de entrenamiento de los pilotos de la USAF. Incorpora las últimas tecnologías y técnicas de fabricación y ha sido concebido para realizarle en el futuro las modificaciones pertinentes a medida que avancen las tecnologías y las necesidades de formación, según informa Boeing en un comunicado parco en detalles. Es, por tanto, un avión flexible para optimizar su uso con el paso del tiempo.
En la parte central del fuselaje tiene un punto fijo para llevar una cápsula de carga y también incorpora sendos puntos de anclaje en cada ala.
El T-X tiene un solo motor, el General Electric GE F-404, y al igual que el F-18, doble deriva y «asientos de estadio». Según explica www.fly-news.es «su aviónica incluye sistemas de simulación para el entrenamiento en vuelo, y plena capacidad para ser modernizado a lo largo de la vida operativa del avión».