Parece una fantasía de película. Y lo cierto es que apareció en una. Hablamos de la idea de recoger a una persona desde el suelo y subirla “en marcha” a un avión que vuela a baja altura. ¿No resultaría herida por el cambio brusco de velocidad? ¿Cómo podría soportar la aceleración? Parecen problemas irresolubles pero la motivación generada por la guerra fría y la imaginación de algunos inventores fue capaz de superarlos.
El primer paso consistió en averiguar si era posible sin (intentar) saltarse las leyes de la física. Para el avión no hay ningún problema. Mientras su masa sea muy superior al objeto recogido, puede mantener suficiente velocidad para seguir volando sin entrar en perdida y caer. / Este reportaje divulgativo,acompañado por un vídeo, se puede leer en www.amazings.es.