La idea de lanzar cohetes espaciales desde un avión es bastante antigua. En las últimas décadas se han concebido decenas de proyectos capaces de poner en órbita satélites mediante sistemas de lanzamiento aéreos, pero sólo el Pegasus XL de la compañía norteamericana Orbital ha logrado ver la luz. ¿Y por qué esta obsesión con este método tan curioso? Muy sencillo, porque los lanzamientos desde el aire son una manera bastante elegante de minimizar las pérdidas energéticas de un lanzador. Veamos brevemente cómo. / Esta información se puede leer en el blog Eureka, que edita el astrofísico Daniel Marín.