El Ayuntamiento de Sabadell y la Fundación Parque Aeronáutico de Cataluña (FPAC) han firmado hoy un convenio de colaboración para el desarrollo del Museo Aeronáutico de Cataluña. Con el acuerdo se formaliza la aportación municipal de 60.000 euros al proyecto, tal como aprobó el Pleno Municipal en diciembre.
El avance del Museo supone un nuevo paso adelante en la consolidación de este equipamiento como proyecto innovador y singular, centrado en el ámbito divulgativo y de la formación. Asimismo, contribuirá a reforzar el Aeropuerto en su conjunto como polo de actividad y elemento estratégico de la ciudad.
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El acto de firma ha tenido lugar esta mañana en el Hangar-Museo del Aeropuerto de Sabadell, con la presencia de la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés; el presidente de la FPAC, Daniel Ventura; el teniente de alcalde de Presidencia y Derechos Sociales, Pol Gibert; la teniente de alcaldesa de Feminismo, Bienestar Animal y Participación, Marta Morell; el concejal de Cultura, Carlos de la Rosa; el director del museo, Domingo Jaumandreu; el presidente del Aeroclub Barcelona Sabadell, Pere Joan Nogueroles; y José Andrés Domínguez, director del Aeropuerto de Sabadell, entre otros asistentes.
Objetivos del Museo
En septiembre del 2019 se inauguró la primera fase de este museo en un gran hangar levantado por FPAC en terreno cedidos por Aena. Ahora, la segunda etapa incluirá el ajardinamiento de toda la parcela cedida, unos 10.000 metros cuadrados, en donde se colocará gran parte de la colección estática y se construirán dos hangares más para situar la recepción y el espacio donde la Fundación llevará a cabo actividades sociales.
El Museo se propone cuatro objetivos: preservar el patrimonio histórico de la aeronáutica en Cataluña; difundir la cultura de la aeronáutica y la historia de este sector; cooperar en la formación de las nuevas generaciones de personas que trabajen en esta disciplina y desarrollar actividades culturales y divulgativas sobre la aeronáutica.
Con el Museo incrementará la oferta cultural sobre la aeronáutica, ya que son muy pocas las colecciones de aviones históricos con vocación museística que dispongan de aeronaves clásicas que pueden volar. En este sentido, la FPAC -que se fundó en 1997-, eligió Sabadell para instalar este equipamiento por un doble motivo. Por un lado, porque la ciudad dispone del único aeropuerto no comercial del área de Barcelona y, por otro, por interés histórico, ya que Sabadell fue una de las bases aéreas republicanas durante la Guerra Civil.
El Museo será un proyecto innovador e incorporará todo el potencial de comunicación y recreación que ofrecen las tecnologías digitales.
El equipamiento acogerá tres colecciones
La colección mayor, que pretende ilustrar la evolución tecnológica y la historia de la aeronáutica en Cataluña, formada por 103 aeronaves, réplicas de aeronaves y motores de vehículos relacionados con operaciones de las aeronaves en tierra.
La colección menor, que debe permitir complementar los vacíos cronográfico de la colección mayor con maquetas de aeronaves y motores, así como equipamientos y objetos aeronáuticos.
La colección gráfica y documental, formada por 2.500 elementos gráficos como fotografías, audiovisuales, revistas, mapas y documentos originales.
Además, se complementará con los centros de memoria y de interpretación que, en Cataluña, se han creado en los lugares donde se han desarrollado actividades industriales y operativas relacionadas con la aviación, con el Museo Nacional de la Ciencia y la técnica de Cataluña, así como con otros museos aeronáuticos. La intención es establecer una relación fluida con las empresas, entidades y lugares donde se llevan a cabo las actividades formativas y operativas propias de la aeronáutica civil, lúdica y deportiva.
Visita al polvorín
El acto de firma de hoy ha coincidido con el 90 aniversario de la proclamación de la Segunda República Española, el 14 de abril de 1931. En este contexto, se ha hecho una visita al antiguo arsenal y polvorín del Aeropuerto. Se trata de una construcción de tipo búnker, construida entre octubre de 1936 y mayo de 1937. Servía para almacenar bombas y munición para la aviación y trabajaban los artificieros que montaban las bombas y las cintas de ametralladora para los aviones.
Durante muchos años se creyó que era un refugio antiaéreo, pero tras las investigaciones llevadas a cabo por el Museo de Historia de Sabadell se ha determinado que esta construcción no fue nunca un refugio antiaéreo, sino un arsenal y polvorín. Es un monumento incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
