El fabricante estadounidense Hawker Beechcraft solicitó la pasada semana y obtuvo de un tribunal de Nueva York acogerse al denominado «Capítulo 11» de la legislación fiscal estadounidense, mediante el cual se declara en suspensión de pagos e inicia un proceso para atender a sus deudores. Según el comunicado divulgado por la empresa, acumula deudas por valor de 2.500 millones de dólares, que generan 125 millones de dólares de intereses al año.
Según la web Business Week, dos tercios de los acreedores han aceptado el plan de reestructuración de la empresa, que dispone de financiación por valor de 400 millones de dólares para pagar los salarios de la plantilla, que asciende a 7.400 personas, de los que 4.700 trabajan en la fábrica que tiene Hawker Beechxradt en Wichita (Kansas; EEUU). Recientemente, se anunció que despedía a 350 operarios.
El pasado 13 abril la compañía declaró que en 2011 tuvo pérdidas por valor de 632 millones de dólares, mientras que las ventas descendieron un 13% con respecto a 2010. Las ventas de Hawker Beechcraft han experimentado un notable retroceso desde el comienzo de la Gran Recesión. Si en 2007 entregó 435 aviones en 2011 solo fueron 198 aparatos.
Los orígenes de la empresa se remontan a 1932, cuando Walter Beech fundó la industria, que junto con Cessna y Piper se convertió en líder de la aviación general estadounidense. En 1980 se fusionó con el fabricante de jets Hawker pasando a denominarse Hawker Beechcraft. En 1994 la adquirió Raytheon, empresa dedicada a la fabricación de aviones militares y armamento (misiles). Desde 2006 la empresa es propiedad de Onex y GS Capital Partners, un fondo de capital privado vinculado a Goldman Sachs.