El órgano irlandés de investigación de accidentes aéreos apunta a la falta de supervisión de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea española como una de las causas del accidente aéreo de Cork en 2011. Seis personas, incluyendo un piloto español, murieron por la “pérdida de control” de la aeronave motivada por la fatiga de la tripulación y por la falta de experiencia derivada de la deficiente instrucción. Con anterioridad, se han manejado otras causas del accidente.