El aterrizaje del módulo Philae en el cometa 67P se producirá el próximo miércoles

Agencia Espacial Europea (ESA)
Zona seleccionada para el aterrizaje / Agencia Espacial Europea (ESA)

La región del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko sobre la que aterrizará el módulo Philae de Rosetta el próximo día 12 de noviembre ya tiene nombre: Agilkia.

El lugar seleccionado para el aterrizaje de la sonda, hasta ahora conocido como ‘J’, recibe el nombre de una isla situada en el cauce del río Nilo, al sur de Egipto. Durante la construcción de la presa de Asuán se decidió trasladar un complejo de templos del antiguo Egipto desde la isla de Philae hasta Agilkia para evitar que quedase sumergido bajo el creciente nivel de las aguas.

Este nombre fue elegido por un jurado compuesto por miembros del Comité Directivo de Philae tras evaluar las propuestas recibidas en respuesta al concurso organizado entre los días 16 y 22 de octubre por la ESA y las agencias espaciales alemana, francesa e italiana.

Agilkia fue una de las propuestas más populares – siendo enviada por más de 150 participantes. El Comité eligió a Alexandre Brouste, de Francia, como el ganador del concurso. Como premio, Alexander podrá seguir el aterrizaje de Philae en directo desde el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania.

Aunque no fuese tan complicado como llevar a Rosetta y a Philae hasta el cometa, elegir un nombre para este emplazamiento histórico no fue nada fácil. En apenas una semana se recibieron más de 8.000 propuestas de 135 países diferentes, lo que pone de manifiesto la gran creatividad y la diversidad cultural de los participantes.

«Fue muy difícil tomar una decisión», confiesa Félix Huber, del Centro Aeroespacial Alemán DLR y presidente del Comité Directivo de Philae.

«Recibimos muchas propuestas muy buenas, y estamos encantados de haber despertado tanto entusiasmo en todos los rincones del mundo. Queremos dar las gracias a todos los participantes por haber compartido sus ideas con nosotros».

Este concurso reunió propuestas en una gran variedad de lenguas, tanto clásicas como actuales, e incluso en Esperanto. También se recibieron interesantes acrónimos, curiosas secuencias de dígitos e incluso onomatopeyas para bautizar el lugar de aterrizaje de Philae.

Las propuestas cubrieron un amplio abanico de temas, desde conceptos abstractos a nombres de lugares en la Tierra. Al igual que la seleccionada, muchas hacían referencia al origen egipcio de los nombres de Rosetta y Philae, un homenaje a los descubrimientos que hicieron posible descifrar los jeroglíficos, el sistema sagrado de escritura del antiguo Egipto.

Algunas propuestas hacían referencia a la historia de la exploración de nuestro propio planeta, ya que estos viajes a lo desconocido son los antecedentes directos de Rosetta y Philae. También se recibieron nombres mitológicos de diversas culturas, entre los que destacaban los dioses y diosas del agua, la fertilidad, la vida o la creación, temas estrechamente relacionados con los objetivos de la misión.

Algunos nombres se remontan a la prehistoria y a la historia clásica, mientras que otros hacían referencia a la historia de la ciencia, y en especial a los avances en el estudio de los cometas.

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