LISA Pathfinder, el demostrador de la tecnología de detección de ondas gravitacionales de la ESA, está listo para ser enviado a Kourou, en la Guayana Francesa, para preparar su lanzamiento en noviembre.
Airbus Defence and Space ha finalizado una serie de pruebas intensivas en los módulos científico y de propulsión de LISA Pathfinder en IABG, cerca de Múnich (Alemania), para probar su navegabilidad en el espacio. La nave espacial, de 1,9 toneladas de peso, desarrollada y producida por Airbus Defence and Space, se lanzará en un cohete europeo Vega.
«LISA Pathfinder es un proyecto excepcional para probar las tecnologías de altísima precisión que se necesitarán para detectar ondas gravitacionales en el espacio. Albert Einstein predijo la existencia de estas ondas, aunque hasta ahora no se han encontrado. LISA Pathfinder va a dar un paso de gigante para ser capaces de hallarlas», dijo Michael Menking, Director de programas de Observación Terrestre, Navegación y Ciencia (ENS) en Airbus Defence and Space.
LISA Pathfinder incorpora el Paquete Tecnológico LISA (LTP) que pesa alrededor de 150 kilogramos. Consiste en un interferómetro láser que mide las variaciones en la distancia entre dos masas de prueba de una aleación de oro y platino de alta precisión que pesan 1,96 kilogramos cada una.
Una vez en órbita alrededor del primer punto de Lagrange del sistema Sol-Tierra, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, las dos masas de prueba se liberarán de su mecanismo de bloqueo y se mantendrán en su posición mediante un campo electrostático débil que se puede controlar de forma muy precisa. Una vez en modo científico, se desactiva la actuación electrostática de la masa de prueba principal.
La nave espacial se controla entonces utilizando el sistema de control de actitud sin resistencia aerodinámica. El interferómetro láser y los sensores electrostáticos detectarán el movimiento de las masas de prueba que se encuentran dentro de la nave espacial sin que sufran ninguna perturbación. El interferómetro puede medir la posición relativa y la orientación de las masas, que están separadas unos 40 centímetros entre sí, con una precisión inferior a una millonésima parte del grosor de un cabello humano, o lo que es lo mismo, de menos de 0,01 nanómetros.
Entre las tecnologías de LISA figuran también dos tipos de propulsores diminutos de un tamaño tan pequeño que sería necesario utilizar mil unidades para levantar una hoja de papel en la Tierra. La misión desarrollará pruebas en órbita de estos sistemas de micro propulsión, así como de un sistema adicional de control sin resistencia aerodinámica de la NASA y diversas tecnologías innovadoras relacionadas con la carga útil.
La ESA ha elegido el tema científico del universo gravitacional para su tercera gran misión L3, para la que una misión similar a la de LISA es una candidata destacada. La radiación gravitacional permitirá a los astrónomos estudiar nuestro universo en una forma nueva y los futuros sistemas de telescopios podrán observar objetos tan exóticos como agujeros negros supermasivos en colisión de una forma que hasta ahora no era posible.
LISA Pathfinder está sentando las bases para la construcción de un futuro observatorio espacial de gran envergadura que observará directamente las ondas gravitacionales y que podrá medirlas con precisión. Estas mínimas ondulaciones en el espacio-tiempo requieren una tecnología de alta sensibilidad y gran precisión que únicamente puede probarse en un entorno espacial.
La Agencia Espacial Europea (ESA) eligió a Airbus Defence and Space en el Reino Unido para construir el LISA Pathfinder y será la empresa responsable del suministro del satélite integrado llave en mano. Airbus Defence and Space en Alemania es el director de sistemas para el LTP, desarrollado con la contribución de compañías e institutos de investigación europeos, por encargo de la ESA y del Centro Aeroespacial alemán DLR.