Gran final de la sonda cometaria Rosetta

rosettaCon el aterrizaje final de hoy de la sonda Rosetta, construida por Airbus Defence and Space, sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, ha llegado a su fin una de las misiones espaciales más espectaculares. El legado de Rosetta mantendrá ocupados por muchos años a los científicos hasta que hayan evaluado el enorme volumen de datos valiosos que ha suministrado.

Michael Menking, responsable de Observación de la Tierra, Navegación e Investigación Científica en Airbus Defence and Space, declaró: «Estamos sumamente orgullosos de haber construido esta sólida y fiable sonda, que fue y aún es un elemento clave que ha contribuido a desvelar los secretos de los cometas y del origen de la vida. Quiero dar las gracias a todas las partes implicadas en el diseño, construcción, despliegue y operación de Rosetta, que han conseguido hacer de una ‘misión imposible’ una aventura espacial épica y fructífera».

Fueron necesarios 10 años y un viaje de más de 6.000 millones de kilómetros para llegar hasta el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Rosetta ha ejecutado hoy un descenso controlado sobre la superficie del cometa, marcando así el final de su misión.

Imagen virtual de la sonda Rosetta
Imagen virtual de la sonda Rosetta

El aterrizaje forzoso controlado se ha convertido en un procedimiento habitual a la hora de finalizar las misiones de sondas planetarias. Pero mientras que en la mayoría de los casos se ha tratado de impactos a alta velocidad, Rosetta se ha posado suavemente a tan solo 2 km/h.

Rosetta ha hecho numerosos descubrimientos significativos que han contribuido a nuestra comprensión de la vida y del origen del sistema solar. El aterrizaje ofreció una oportunidad de recopilar datos únicos, incluidas imágenes de muy alta resolución captadas a unas distancias de acercamiento sin precedentes.

Módulo Philae

La sonda se lanzó al espacio en 2004 y desde entonces ha estudiado el núcleo y el entorno del cometa durante su órbita alrededor del Sol. A finales de 2014, Rosetta desplegó el aterrizador Philae sobre la superficie de 67P. Aunque el robot se quedó sin energía tras 64 horas de operación, encontró una gran variedad de moléculas orgánicas, respaldando la teoría de que los cometas dieron origen a la vida en la Tierra.

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Rosetta siguió midiendo la creciente actividad del cometa cuando éste alcanzó el punto de mayor acercamiento al Sol el 13 de agosto de 2015, e hizo espectaculares observaciones de erupciones de gas y polvo.

Prosiguiendo con su estudio en el año que siguió al perihelio, proporcionó a los científicos una imagen global de la actividad fluctuante del comenta a lo largo de los seis años y medio que dura su órbita. El equipo científico llevó a cabo investigaciones nuevas y potencialmente más arriesgadas, por ejemplo sobrevuelos de la parte nocturna del cometa para observar plasma, gas e interacciones de gas en esta región, y recolectar muestras de polvo proyectadas cerca del núcleo.

Muchos descubrimientos

Las comunicaciones con el orbitador cesaron cuando éste alcanzó la superficie del cometa. Sin embargo, es muy probable que el enorme volumen de datos enviado por la sonda a la Tierra desde 2014 permita realizar, durante muchos años más, nuevos descubrimientos científicos tras la conclusión de la misión Rosetta.

Rosetta fue una misión única en la ciencia planetaria, allanó la senda para el desarrollo de otras dos misiones: Mars Express y Venus Express. Airbus Defence and Space sigue aprovechando el conocimiento adquirido a través de Rosetta de cara a futuras misiones: JUICE saca partido de los métodos de hibernación y BepiColombo del know-how en materia de paneles solares.

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