La flota de satélites Swarm de Astrium supera las pruebas ambientales

Foto: Juergen Dannenberg / Astrium
Los tres satélites de la constelación Swarm, construidos por Astrium, han superado una campaña de ensayos ambientales diseñados con el fin de demostrar su capacidad para vuelo.

El propósito de la misión Swarm es analizar, con un nivel de detalle sin precedentes, el campo geomagnético y su evolución a lo largo del tiempo.

Los resultados de la misión contribuirán a mejorar nuestro entendimiento del interior de la Tierra y del clima. El trío de satélites está listo para su despegue en julio de 2012 desde el Cosmódromo de Plesetsk (Rusia).

Astrium, la empresa espacial número uno en Europa, seleccionada por la Agencia Espacial Europea (ESA) como contratista principal para la misión Swarm, está acometiendo actualmente comprobaciones funcionales más extensas en los satélites, en las instalaciones de IABG, cerca de Múnich (Alemania). Está previsto que los preparativos del lanzamiento se inicien en mayo, cuando los tres satélites serán transportados hasta Rusia. Estos satélites se lanzarán simultáneamente desde el Cosmódromo de Plesetsk (a unos 800 kilómetros al noreste de Moscú) con un único vehículo lanzador Rockot.

Los científicos esperan que los tres satélites Swarm, idénticos entre sí, logren la recogida de datos del campo geomagnético más precisa hasta la fecha y registrarán todo cambio que acontezca en él. Se podría decir que Swarm va a seguir los pasos de la novela de Julio Verne “Viaje al centro de la Tierra. Hoy día, sin embargo, ya no resultará necesario cavar túneles ni hacer agujeros para observar más minuciosamente la composición del interior de la Tierra.

Gracias al desarrollo de la teledetección por satélite, Swarm puede lograr su objetivo estando en órbita. Los campos gravitatorio y magnético de la Tierra ofrecen una perspectiva íntima de sus mecanismos internos. A partir de las variaciones que experimentan dichos campos en diferentes momentos y lugares, los científicos pueden extraer conclusiones acerca de los procesos dinámicos que se producen bajo la superficie del planeta.

Foto: Juergen Dannenberg / Astrium
Las lecturas muy exactas de alta resolución de la fuerza, la orientación y las fluctuaciones del campo geomagnético terrestre, complementadas con los datos de navegación y velocidad de gran precisión y las mediciones de la intensidad del campo eléctrico, proporcionarán los datos de observación necesarios para distinguir entre las diversas fuentes del campo magnético y explicarlas mediante la elaboración de modelos. La observación de tales aspectos desde el espacio exterior ofrece una singular oportunidad para evaluar más detenidamente la composición del interior de nuestro planeta y los procesos allí en marcha.

La misión hará posible que los científicos analicen la influencia del Sol en la Tierra. Asimismo, se espera que las mejoras en nuestro conocimiento del campo geomagnético aporten beneficios de carácter práctico, tales como una navegación más precisa para buques y aeronaves, el descubrimiento y acceso de nuevos recursos naturales bajo la superficie terrestre, un mejor entendimiento de la repercusión del Sol en los ciclos meteorológicos terrestres y alertas en tiempo y hora acerca de la radiación nociva.

Los satélites serán puestos en órbita polar a una altitud de 490 kilómetros. Tras cuatro años, dos de los satélites serán desviados a una órbita más baja, girando en torno a la Tierra en tándem a una altura de 300 kilómetros. Para entonces se alterará el rumbo del tercer satélite, de órbita más alta, para cruzarse en un ángulo de 90 grados con la trayectoria de los dos satélites de órbita inferior.

La experiencia de Astrium en la construcción de satélites para la investigación de campo magnético

Astrium comenzó a desarrollar su primer satélite de investigación del campo magnético en el espacio profundo, el ISEE-B, a finales de la década de los 70. Esta labor prosiguió con el desarrollo de la constelación de cuatro satélites Cluster, que lleva en órbita y operando desde el año 2000. En el área de los satélites de órbita terrestre baja, el satélite alemán Champ, que recogió datos desde el año 2000 hasta el 2010, se construyó según un diseño de Astrium. La constelación Swarm es ahora el siguiente paso lógico en esta trayectoria.

Tecnológicamente, Swarm atesora el legado de los satélites Champ y Cryosat (proyecto también encabezado por Astrium y encaminado a cartografiar los casquetes polares). Tratándose del diseño de sistemas en su conjunto, subsistemas por separado e instalaciones de ensayo, los constructores de satélites de Astrium pueden recurrir al acervo de experiencia adquirida en tales proyectos precedentes.

Astrium y el programa de investigación de la Tierra «Living Planet» de ESA

La constelación Swarm forma parte del programa “Living Planet” de ESA. Su misión consiste en el estudio del campo magnético terrestre. En su cometido como contratista industrial principal, Astrium se hace cargo del desarrollo y construcción de los satélites Swarm. Asimismo, Astrium participa activamente en el desarrollo de otros satélites para las misiones de exploración de la Tierra de ESA. Astrium es contratista principal del satélite de observación de la Tierra EarthCARE, que se halla actualmente en construcción, así como de la misión de investigación del viento ADM-Aeolus y de su instrumento Aladin. Por otra parte, Astrium construyó el satélite de la misión de investigación de la criosfera, Cryosat-2, que fue lanzado el 8 de abril de 2010. Astrium también suministró la plataforma para GOCE, que lleva surcando y midiendo con éxito el campo gravitatorio de la Tierra desde el 17 de marzo de 2009. Astrium también desarrolló y construyó la carga útil Miras para la misión SMOS de observación de la humedad del suelo y la salinidad de los océanos, que fue lanzada el 2 de noviembre de 2009.

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