La misión exoplanetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA), Cheops, despegó ayer a bordo de un cohete Soyuz-Fregat desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú (Guayana Francesa). De este modo comienza una emocionante misión que se ocupará de caracterizar planetas que orbitan estrellas distintas del Sol.
Las señales de la nave, recibidas por el Centro de Control de la Misión en la sede de INTA en Torrejón de Ardoz a través de la estación de seguimiento terrestre confirmaron que tanto el lanzamiento como la separación de Cheops del lanzador han sido un éxito.
Cheops, siglas en inglés de Satélite para la Caracterización de Exoplanetas, es fruto de la colaboración entre la ESA y Suiza, con importantes contribuciones de otros diez Estados miembros de la ESA.
Se trata de la primera misión de la Agencia dedicada a los planetas extrasolares, o exoplanetas, e investigará planetas conocidos más allá de nuestro Sistema Solar, ofreciendo datos clave sobre la naturaleza de esos mundos distantes y extraños.
Los científicos habían especulado durante mucho tiempo sobre la existencia de los exoplanetas, hasta que en 1995 se anunció el descubrimiento de 51 Pegasi b, el primer planeta detectado alrededor de una estrella similar al Sol. Los descubridores, Didier Queloz y Michel Mayor, recibieron el Premio Nobel de Física en 2019 por este revolucionario hallazgo, que marcó el comienzo de una nueva era de investigación y convirtió la ciencia exoplanetaria en una de las áreas de más rápido crecimiento de la astronomía.
Durante el último cuarto de siglo y empleando telescopios tanto terrestres como espaciales, los astrónomos han descubierto más de 4.000 exoplanetas alrededor de estrellas cercanas y lejanas, la mayoría de ellos sin homólogos en el Sistema Solar.
Este catálogo tan dispar incluye desde mundos gaseosos mayores que Júpiter hasta pequeños planetas rocosos cubiertos de lava, el tipo de exoplaneta más abundante en la horquilla de tamaño de la Tierra a Neptuno. “Cheops llevará la ciencia exoplanetaria a nuevas cotas”, afirma Günther Hasinger, director de Ciencia de la ESA.
“Tras el descubrimiento de miles de planetas, ha llegado el momento de afrontar su caracterización, investigando las propiedades físico-químicas de muchos de ellos para saber de qué están hechos y cómo se formaron. Cheops también allanará el camino de futuras misiones exoplanetarias, desde el telescopio espacial internacional James Webb hasta los satélites Plato y Ariel de la ESA, que harán que la ciencia europea se mantenga a la vanguardia de la investigación exoplanetaria”.
Cheops no se dedicará como tal a buscar nuevos planetas, sino que seguirá cientos de planetas conocidos, descubiertos por otros métodos. La misión observará estos planetas mientras transitan por delante de sus estrellas progenitoras y bloquean parte de su luz, para medir su tamaño con una precisión y exactitud sin precedentes.
Las mediciones de los tamaños de exoplanetas efectuadas por Cheops se combinarán con información existente sobre sus masas para calcular la densidad de cada uno de ellos. Este es un dato clave para estudiar su composición y su estructura interna, así como para determinar si son gaseosos como Júpiter o rocosos como la Tierra, o si se encuentran envueltos en una atmósfera o bien cubiertos por océanos. “Estamos emocionados por haber visto salir el satélite al espacio”, reconoce Kate Isaak, científica del proyecto Cheops de la ESA.
“Hay muchísimos exoplanetas interesantes y vamos a seguir varios cientos, centrándonos sobre todo en los más pequeños, con tamaños entre la Tierra y Neptuno. Parece que son los más comunes en la Vía Láctea, aunque no sabemos mucho sobre ellos. Cheops nos ayudará a desvelar los misterios de estos fascinantes mundos y nos permitirá dar un paso más hacia la respuesta a una de las preguntas más profundas que podemos hacernos los humanos: ¿estamos solos en el Universo?”
En el caso de ciertos planetas, Cheops podrá revelar detalles sobre su atmósfera, incluida la presencia de nubes, y hasta podrá dar pistas de la composición de estas. La misión también será capaz de descubrir planetas hasta el momento desconocidos, al medir minúsculas variaciones en el tránsito de un planeta conocido, y se podrá utilizar para buscar lunas o anillos alrededor de algunos de ellos.
Cheops es la primera misión de clase S (pequeña) implementada en el programa Cosmic Vision 2015-2025, el actual ciclo de planificación para las misiones científicas de la ESA, así como la primera misión del programa en general en lanzarse. Al tratarse de una misión pequeña con un plazo relativamente corto desde el comienzo del proyecto hasta el lanzamiento (de solo cinco años), presentaba numerosos retos y ha exigido el uso de tecnologías ya probadas en el espacio, lo que ha influido en distintos aspectos de su diseño.
“Tanto la nave como el instrumento de Cheops se han construido con una gran estabilidad en mente, para poder medir las variaciones extremadamente pequeñas en la luz de estrellas distantes a medida que sus planetas transitan por delante de su disco”, explica Nicola Rando, responsable del proyecto Cheops de la ESA.
“Utilizando la Tierra a modo de ejemplo, sería como si observáramos el Sol desde una estrella distante y midiéramos cómo su luz se atenúa un minúsculo porcentaje”.
“Ahora estamos deseando comenzar con la primera parte de las actividades operativas para asegurarnos de que el satélite y el instrumento funcionan según lo esperado y están listos para que los científicos hagan su trabajo de primer nivel”.
Cheops compartió el viaje al espacio con el satélite Cosmo-SkyMed de segunda generación de la agencia espacial italiana, ASI, que se separó 23 minutos después del despegue.
Más información sobre Cheops
Cheops es una misión de la ESA desarrollada en colaboración con Suiza, con importantes contribuciones de Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Hungría, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia.
La ESA es la responsable de la arquitectura de la misión, del aprovisionamiento y de las pruebas del satélite, así como del lanzamiento y la fase de lanzamiento y primeras operaciones, la puesta en servicio en órbita y el programa de Observadores Invitados. El contratista principal para el diseño y la construcción de la nave es Airbus Defence and Space en España. Un consorcio de 11 Estados miembros de la ESA, liderados por Suiza, se ha encargado de proveer elementos esenciales para la misión.
Cheops es una misión de clase S (pequeña) del programa científico de la ESA. Las misiones de esta clase tienen un presupuesto mucho menor que las misiones de clase L y M, y presentan un plazo mucho más corto del inicio del proyecto al lanzamiento.
Debido a estas condiciones, ha sido necesario emplear tecnologías ya probadas en el espacio. Además, ciertas tareas normalmente a cargo de la ESA, como las operaciones, serán responsabilidad del consorcio. Este gestionará el Centro de Operaciones de la Misión, ubicado en la sede de INTA, en Torrejón de Ardoz, y el Centro de Operaciones Científicas, situado en la Universidad de Ginebra (Suiza).
El 80% del tiempo de observación científica de Cheops se dedicará al programa de Tiempo de Observación Garantizado (GTO), definido por el equipo científico de Cheops. El 20 % restante estará disponible para la comunidad científica en forma de programa de Observadores Invitados, administrado por la ESA, cuyas propuestas se seleccionan a través de un proceso con revisión por pares.