LA ESA COLOCA EN EL ESPACIO LOS SATÉLITES SMOS Y PROBA-2 Y PONE A ESPAÑA EN LA VANGUARDIA DE LA INVESTIGACIÓN ESPACIAL

El segundo satélite de la serie Earth Explorer de la ESA, la misión SMOS (Soil Moisture and Ocean Salinity),y el segundo satélite de demostración del proyecto Proba-2 (Project for Onboard Autonomy), también de la ESA, fueron lanzados anoche a la órbita terrestre desde el norte de Rusia.

SMOS, en el que España desempeña un papel de primer orden, desempeñará un papel fundamental en la monitorización del cambio climático a escala global. E

s el primer satélite diseñado para

cartografiar la salinidad de la superficie marina y controlar la humedad del suelo en todo el planeta. Cuenta con un exclusivo radiómetro interferométrico que permitirá la prospección pasiva del ciclo del agua entre los océanos, la atmósfera y la tierra.

La sonda Proba-2, acoplada a SMOS para el lanzamiento, es la evolución del exitoso satélite Proba 1, lanzado en 2001. Demostrará 17 avanzadas tecnologías de satélite, como los sensores en miniatura de las futuras sondas espaciales de la ESA o una avanzada cámara CCD gran angular de unos 120º, y llevará a bordo un conjunto de cuatro instrumentos científicos para la observación del Sol y el estudio del entorno de plasma en órbita.

 

Dos satélites en dos órbitas

Los satélites se lanzaron acoplados a un vehículo de lanzamiento Rockot suministrado por Eurockot GmbH. El despegue dese el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de Rusia, se produjo a las 01:50 UTC (02:50 CET) del lunes 2 de noviembre. Unos 70 minutos después del lanzamiento, el satélite SMOS se separó de la etapa superior del cohete Breeze-KM de Rockot. Poco después, la estación de tierra Hartebeesthoek, cercana a Johannesburgo, en Sudáfrica, captó la telemetría inicial del satélite. A continuación, la etapa superior ejecutó maniobras adicionales para acceder a una órbita ligeramente inferior, y también Proba-2 se desprendió del cohete nodriza, transcurridas unas 3 horas de vuelo.

 

Los dos satélites han empezado a girar alrededor de la Tierra en sus respectivas órbitas heliosincrónicas, a una altitud aproximada de 760 km en el caso de SMOS y de 725 km en el de Proba-2. El centro de control de la misión de Proteus, dirigido por el CNES (Centre National d’Etudes Spatiales) de Toulouse, Francia, está al mando de SMOS por encargo de la ESA, en tanto que el centro de control Proba, de la estación de seguimiento de la ESA en Redu, Bélgica, se ha responsabilizado de las operaciones de Proba-2.

Ya se han iniciado las primeras acciones de comprobación de los satélites en órbita antes de poner en marcha las operaciones previstas. Proba-2 deberá alcanzar su capacidad operativa en un plazo de dos meses. La comprobación y calibración de la avanzada carga útil a bordo de SMOS requerirá algo más de tiempo. La sonda estará totalmente operativa dentro de los próximos seis meses.

“Estamos muy contentos por este doble “golpe de suerte“ que permitirá a Europa disponer de nuevos instrumentos para comprender mejor nuestro planeta y el cambio climático, además de nuevos avances tecnológicos para aumentar la competitividad de la industria europea en el mercado mundial, contribuyendo así a la economía general”, expresó Jean-Jacques Dordain, Director General de la ESA, mientras presenciaba el lanzamiento desde Plesetsk.

 

Observación del intercambio de agua
SMOS es un satélite de 658 kg de peso desarrollado por la ESA en colaboración con el CNES de Francia y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) español. Se basa en la pequeña plataforma de satélite Proteus, diseñada y construida por Thales Alenia Space, y lleva una carga útil compuesta por un solo instrumento, MIRAS (Microwave Imaging Radiometer using Aperture Synthesis), desarrollado por EADS CASA Espacio.

MIRAS es un interferómetro que conecta entre sí 69 receptores montados en tres brazos desplegables para medir la temperatura de la reflexión de la superficie terrestre en la gama de frecuencias de microondas. Esa temperatura está relacionada con la de la superficie y sus características conductivas, que a su vez influyen en la humedad de la superficie terrestre y la salinidad de la superficie marina.

“Los datos recopilados por SMOS complementarán las mediciones que ya se efectúan en la tierra y el mar para el control del intercambio de agua a escala mundial. Dado que dicho intercambio, que en su mayoría se produce en regiones remotas, afecta directamente al clima, es de importancia fundamental para los meteorólogos”, explicó Volker Liebig, Director de los Programas de Observación Terrestre de la ESA. Además, la salinidad es uno de los principales factores de la circulación termohalina, la gran red de corrientes que condiciona los intercambios térmicos en los océanos de todo el mundo. Los climatólogos aguardaban este estudio desde hace mucho tiempo para fundamentar la predicción de los efectos a largo plazo del actual cambio climático ”, añadió Liebig, mientras contemplaba el lanzamiento desde el cosmódromo de Plesetsk.

Programa Earth Explorer
SMOS es el segundo satélite que se lanza al espacio en cumplimiento del programa Earth Explorer, dirigido por la ESA para impulsar la obtención de nuevos datos medioambientales para la comunidad científica. Sucede a la sonda GOCE (Gravity and steady-state Ocean Circulation Explorer), que también se lanzó a bordo de un cohete Rockot en marzo de 2009. Ya se preparan nuevas misiones Earth Explorer. El lanzamiento de Cryosat-2, que medirá el grosor de las capas heladas, está previsto para febrero de 2010. Le seguirán la sonda ADM-Aeolus, que estudiará la dinámica atmosférica, y la misión Swarm, en 2011, para monitorizar el debilitamiento del campo magnético terrestre, además de la misión EarthCARE para el estudio de nubes y aerosoles en 2013.

Tecnologías para el futuro

Con una masa en el lanzamiento de 135 kg, Proba 2 es un satélite mucho más pequeño, “aunque al igual que su antecesor, Proba 1, tiene como objetivo poner a prueba una gran variedad de tecnologías que se aplicarán en futuros sistemas de satélites y en instrumentos para ciencia espacial. Entre ellos figura el modelo de prueba de un localizador de estrellas en miniatura, desarrollado por la misión BepiColombo de la ESA a Mercurio y para la futura sonda Solar Orbiter”, informó en Plesetsk Michel Courtois, Director de Tecnología y Gestión de Calidad de la ESA.

 

Se probarán también otras tecnologías, como un sensor solar digital, una cámara gran angular en miniatura, sensores de fibra, un magnetómetro de gran precisión, un receptor GPS espacial de doble frecuencia, un propulsor resistivo (resistojet) alimentado por xenón y un generador de gas frío, entre muchas otras.

Además, Proba 2 lleva a bordo dos instrumentos de física solar y dos experimentos de física del plasma checos.

Ya hay otras dos misiones Proba en fase de diseño y desarrollo. Proba V llevará consigo un sensor multiespectral de vegetación para supervisar la masa vegetal, y Proba 3 se utilizará para estudiar el vuelo en formación.

 

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