Iberia celebró ayer su Junta General de Accionistas, en la que se presentaron los resultados de 2009, que la aerolínea califica como uno de los más difíciles de su historia debido a la crisis económica global y la fuerte competencia.
La compañía puso fin a 13 años consecutivos de beneficios, y concluyó 2009 con unas pérdidas netas de 273 millones de euros, frente a los 32 millones de beneficios logrados el año anterior.
A lo largo del pasado ejercicio económico, Iberia adecuó su oferta de vuelos a la evolución de los diferentes mercados. De este modo, redujo la oferta un 6 por ciento con respecto a 2008, gracias a lo cual consiguió mantener el coeficiente de ocupación de pasaje en un 79,8%, similar al del año anterior y de los más altos entre las compañías europeas de red.
Los ingresos de explotación disminuyeron un 19,1%, fundamentalmente por el fuerte deterioro de los ingresos de transporte (pasaje y carga), como consecuencia de la caída generalizada de la demanda, mayor en el segmento de negocios. El ingreso unitario cayó un 14,3%.
Los gastos de explotación del Grupo Iberia se situaron en 4.873 millones de euros en 2009, un 11,9% menos que en el año anterior, gracias a las medidas de reducción de costes y a los menores gastos en combustible. El gasto de combustible fue 482 millones de euros inferior al de 2008 motivado por un importante descenso en su precio y un menor consumo. El coste de explotación unitario se redujo en un 6,3 %.
Reducción de plantilla
La plantilla media se redujo un 4,2% hasta los 20.671 empleados. Por lo que respecta a la utilización diaria de la flota mejoró un 3,7% hasta alcanzar 10,3 horas diarias, gracias a la reducción de la flota operativa en 10 aparatos con respecto al ejercicio anterior, mediante la cancelación de alquileres, aplazamiento de pedidos y parada de alguna aeronave. A finales de 2009, Iberia contaba con 109 aviones para la operación de sus rutas.
Resultados de Mantenimiento y Aeropuertos
Los ingresos de Iberia Mantenimiento por trabajos a terceros crecieron un 4,1 por ciento con respecto superior a los del ejercicio de 2008, en gran parte debido a la asistencia técnica al Ministerio de Defensa y las reparaciones de trenes de aterrizaje, una nueva línea de actividad puesta en marcha por la compañía.
El negocio de aeropuertos, tras su relanzamiento como Iberia Airport Services, tuvo una evolución positiva en 2009, consiguiendo cerrar el año casi en break even. Además, ganó 22 nuevos clientes y 8 décimas más de cuota de mercado en España.
Un año de cambios para Iberia
Durante 2009 se han producido novedades significativas, de especial repercusión para la compañía.
En primer lugar, para hacer frente a la situación de crisis de la industria, la compañía puso en marcha un riguroso Plan de Contingencia desde los primeros meses del año con el objetivo de mantener la fortaleza financiera, reducir costes y defender los ingresos de los mercados principales. En este periodo, la compañía ralentizó las inversiones previstas, salvo las relacionadas con la mejora del servicio al cliente.
A lo largo de todo el año, impulsó un Plan Integral para la mejora del servicio, con una inversión de 150 millones de euros y con medidas como la mejora de la Business Plus, butacas que se convierten en camas, una nueva clase Business en vuelos nacionales, remodelación de las salas VIP, mejora de los menús de largo radio en clase turista, nuevos servicios a través de la página web, como la descarga de la tarjeta de embarque al móvil, entre otras.
También a lo largo del año ha ido avanzando en el proyecto de Negocio conjunto con British Airways y American Airlines en las rutas que unen Europa con el Atlántico Norte.
En abril, se firmó el VII Convenio Colectivo de Pilotos, que aseguró estabilidad en un año crítico para la compañía.
En julio, por una parte, el Consejo de Administración de Iberia aprobó el relevo del anterior presidente Fernando Conte por el nombramiento de Antonio Vázquez como presidente del Consejo y primer ejecutivo de la compañía, y de Rafael Sánchez-Lozano Turmo como Consejero Delegado. También en julio, se produjo la fusión entre Vueling y clickair, con Iberia como principal accionista y socio industrial.
En octubre, se presentó el nuevo Plan Estratégico de Iberia, Plan 2012, con el objetivo de recuperar la rentabilidad en el negocio principal del transporte aéreo, asegurar la viabilidad de la empresa y volver a los beneficios. Para ello, se plantea un mayor crecimiento en largo radio, un nuevo modelo de explotación de las rutas de corto y medio radio, severas medidas de ahorro de costes, y un cambio radical en la aproximación a clientes y mercados para generar más ingresos.
En noviembre se anunció el MoU para la fusión con British Airways que se llevará a cabo mediante la creación de una nueva sociedad, propietaria de ambas compañías aéreas. Dicha sociedad tendrá su sede social y fiscal en España y la operativa y financiera en el Reino Unido. El Consejo de Administración y los órganos de gestión serán paritarios. Ambas aerolíneas mantendrán su identidad y marca, pero juntas permitirá ofrecer a los clientes un alcance global, al tiempo que consiguen unas sinergias de 400 millones de euros anuales a partir del quinto año.
Edición: JFG / Foto: Iberia