Air Berlin, la segunda aerolínea más grande de Alemania, aumenta su oferta en el aeropuerto barcelonés de El Prat, con un vuelo diario directo a la ciudad de Stuttgart.
Los nuevos vuelos directos a la capital del Estado alemán de Baden-Wurtemberg despegan a diario desde el pasado 11 de junio con un moderno Airbus A320 y complementan así los vuelos ya existentes, en el hub de la aerolínea en Palma de Mallorca.
Stuttgart es la puerta de entrada a la Selva Negra y a la Jura de Suabia. Con más de 600.000 habitantes, es la sexta ciudad más grande de Alemania, situada a orillas del río Neckar, ofrece encantadoras facetas. Es una metrópolis verde rodeada de colinas, bosques y viñedos que llegan hasta el centro. Asimismo, es un emplazamiento económico importante, como centro innovador de la investigación – es sede de varios institutos de investigación como el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), el Fraunhofer o el Max Planck-, capital de la cultura, la meca de la arquitectura, y, en definitiva, un punto de encuentro para intercambios comerciales, celebración de ferias y congresos internacionales.
Los nuevos vuelos directos entre Barcelona y Stuttgart, ya se pueden reservar a partir de 29 euros por Internet en airberlin.com, las 24 horas en la Central de Reservas (Tel. 902 320 737) o en las agencias de viajes. Los precios por trayecto incluyen: servicio a bordo gratuito, 20 Kg. de franquicia por equipaje, así como las tasas y las millas acumulables para el programa de pasajeros frecuentes topbonus de Air Berlin.
Air Berlin es la segunda compañía aérea en tamaño de Alemania. Desde mayo de 2006 el consorcio cotiza en bolsa. El año pasado Air Berlin transportó a 27,9 millones de pasajeros en todo el mundo. La empresa tiene aproximadamente 8.200 empleados. Cada año, Air Berlin obtiene más de 10 premios y distinciones por su servicio y su calidad. Con una edad media de 5,3 años, Air Berlin dispone de una de las flotas más jóvenes de Europa. El ahorro de consumo de queroseno de sus aeronaves permite reducir de manera sostenible las emisiones contaminantes del transporte aéreo.
Edición: JFG / Foto: José Ramón Pérez Ebrí