A pesar de la expansión de las rutas del AVE, las aerolíneas han conseguido mantener e incluso incrementar el tráfico doméstico. En el 2010, el número de pasajeros en trenes de larga distancia, incluidos los de alta velocidad, descendió un 3,5%, mientras que el de vuelos interiores creció un 2%. Esta información se puede leer en www.lavanguardia.es.