Boeing ha comenzado el montaje final del primer 787-9 Dreamliner en su planta de Carolina del Sur, cuyo cliente es United Airlines, que cursó un pedido por 26 aviones de este modelo.
El pasado 22 de noviembre comenzaron los trabajos para unir las grandes secciones de fuselaje, lo cual para el fabricante revela la buena marcha del programa.
El 787-9 complementa y amplía la familia del 787 Dreamliner, cuyo fuselaje es seis metros más largo, lo cual posibilita ampliar su capacidad en hasta 40 pasajeros más incrementando la autonomía de vuelo en 830 kilómetros.
