Boeing y Aeroflot Russian Airlines anunciaron un hoy un pedido por seis Boeing 777-300ER (alcance ampliado) y dos Boeing 777-200ER. «Estos aviones Boeing 777 respaldarán nuestra estrategia de red, concretamente las oportunidades de crecimiento internacional que esperamos de nuestras iniciativas conjuntas con los socios de SkyTeam para los juegos olímpicos de Sochi en 2014 y la Copa Mundial de FIFA en el 2018», explicó Vitaly Saveliev, Director General de Aeroflot Russian Airlines. «Valoramos la combinación de tamaño, alcance y rendimiento de los aviones 777, además de las amplias prestaciones que ofrecen a los pasajeros. La capacidad de asientos del avión nos dará flexibilidad para crecer en los aeropuertos congestionados y mayor capacidad para servir los nuevos mercados de largo alcance».
Aeroflot es un socio de SkyTeam, la alianza de aerolíneas globales. A fecha de hoy, siete de 12 socios SkyTeam han encargado un total de 141 777. La red de vuelos de Aeroflot a nivel mundial consta de 898 destinos en 169 países. En 2010, Aeroflot prestó sus servicios a 11,3 millones de pasajeros y el grupo Aeroflot atendió a unos 13 millones.
Boeing y Air China
Por su parte, Boeing y Air China firmaron un acuerdo hoy para la adquisición de cinco reactores 747-8 Intercontinental. Air China es el primer operador chino que contrata la versión de pasajeros del nuevo 747-8, con su eficaz consumo de combustible. El acuerdo está sujeto a la aprobación del gobierno chino. Air China, la aerolínea de bandera de la República Popular China, usará los aviones para ampliar sus rutas internacionales.
El nuevo 747-8 Intercontinental transporta 467 pasajeros en configuración de tres clases. El avión destaca por su nuevo diseño alar y cabina de mando actualizada. El interior del avión incorpora aspectos del 787 Dreamliner, incluyendo una nueva arquitectura curva y arqueada, que les dará a los pasajeros una mayor sensación de espacio y confort, a la vez añadiendo más espacio para los equipajes de abordo. Una tecnología luminosa acentuará la arquitectura, que permitirá el descano durante el vuelo gracias a sus suaves transiciones.
El avión será más silencioso, producirá menos emisiones y logrará un mejor consumo de queroseno al implementar la tecnología de los motores GEnx-2B del 787, que cualquier otro reactor rival, además de incrementar el volumen de carga en un 26%.
Edición: José Fernández – Foto: Boeing