El fabricante Bombardier ha anunciado que el gobierno de Québec, a través de la sociedad Investissement Québec, va a invertir 1.000 millones de dólares en la empresa. El anuncio se ha realizado de forma simultánea a la difusión de los resultados financieros del tercer trimestre del año.
A pesar de que la facturación alcanzó los 4.100 millones de dólares americanos, las pérdidas ascienden a 4.600 millones, mientras que el beneficio del trimestre ha sido de 171 millones de dólares. El acuerdo con el gobierno regional contempla la creación de una sociedad conjunta a la que se transfieren los activos y pasivos, así como las obligaciones del programa del avión regional CSeries. Bombardier detenta el 50,5% del capital y el gobierno de Québec el 49,5%.
Bombardier ha anunciado que antes de acabar el año logrará la certificación del CS100 y que para mediados de 2016 llegara la del CS300. El programa, que acumula tres años de retrasos y una inversión multimillonaria, no acaba de despegar ya que por ahora está estancado en 243 pedidos en firme. Se da la circunstancia de que en el último salón aeronáutico de Le Bourget (París) no se produjo ningún nuevo pedido.
Recientemente, Bombardier y Airbus anunciaron que habían mantenido conversaciones para alcanzar algún tipo de acuerdo. Consistía en que Airbus apoyase el programa CSeries, lo cual no se ha producido.
Para que el gobierno de Québec invierta en la empresa, esta se ha comprometido a mantener durante los próximos 20 años en Mirabel (Quebec) la sede de la industria, el domicilio financiero, la fabricación de aviones y el servicio postventa, además del departamento de ingeniería. Y, por supuesto, toda la actividad relacionada con el programa CSeries.
