Las grandes empresas vascas del sector de la aeronaútica tienen cada vez más claro que su futuro pasa, por una parte, por seguir trasladando la mayor parte de su producción a los nuevos países emergentes y, por otra, por la capacidad que tengan para adaptarse a las nuevas tecnologías de producción en materiales compuestos, las llamadas ATL para piezas planas, y FP para curvas. Dos asuntos para los que necesitan decisión, financiación y tamaño. Esta información se puede leer en www.elpais.com.