El consejero de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, ha mantenido un encuentro con el alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar, para abordar el proyecto del Centro de Experimentación de Aviones no Tripulados que la Junta de Andalucía impulsa junto a las actuales instalaciones del Arenosillo (Huelva).
Ávila ha destacado que este proyecto, que supone una inversión pública de 40 millones de euros, situará a Huelva en el eje aeronáutico, formado fundamentalmente por las provincias de Sevilla y Cádiz, y generará 250 empleos directos y en torno a 500 indirectos.
Este centro, denominado CEUS, será el primer centro español de experimentación de aviones no tripulados de grandes dimensiones que incorporan tecnologías muy avanzadas, y se ubicará en los aledaños de las actuales instalaciones del Arenosillo en Moguer (Huelva), dependientes del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
Se trata de un proyecto de referencia internacional, en el que participan la Consejería de Economía, a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), el Ministerio de Ciencia e Innovación y el INTA.
La Administración autonómica aporta nueve de los 30 millones de euros que supondrá la adaptación del complejo del Arenosillo, actualmente orientado a usos militares y aeroespaciales, para albergar el nuevo centro. Los 21 millones restantes, con financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), corresponden al Ministerio de Ciencia e Innovación. A esta cantidad, hay que sumar otros 10 millones para la modernización de las actuales instalaciones, financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el propio INTA.
El proyecto del futuro centro de experimentación incluye fundamentalmente la construcción de una pista de vuelo y la dotación de espacios y equipamiento para el control de los mismos. Los aviones no tripulados que actualmente se experimentan en Mazagón, para aplicaciones de defensa, despegan desde plataformas de lanzamiento. Las nuevas instalaciones permitirán la realización de ensayos, validaciones y simulaciones con prototipos dotados para despegar, volar y aterrizar automáticamente sobre una pista de aterrizaje.
La aviación no tripulada, conocida por las siglas inglesas UAS (Unmanned Aircraft System), constituye actualmente una de las áreas con mayor proyección de la industria aeronáutica. Muy utilizada en seguridad y defensa, necesita sin embargo un intenso trabajo de investigación para su uso civil y comercial con pleno acceso al espacio aéreo controlado. Entre las últimas aplicaciones en este ámbito, destacan las relativas a gestión de desastres naturales, lucha contra incendios forestales, inspección de instalaciones y edificios, recogida de datos meteorológicos y muestras medioambientales, cinematografía, elaboración de mapas digitales para ingeniería civil o realización de vuelos en entornos agresivos, de escasa visibilidad o climatología adversa.
Actualmente existen instalaciones civiles similares a la proyectada en algunos países europeos como Gran Bretaña y Suecia. El municipio jiennense de Villacarrillo alberga el Centro Atlas, en el que también participa la agencia IDEA, que está equipado para la operación de UAS de tipo ligero (con peso máximo al despegue por debajo de 500 Kg). Por tanto, los dos centros, Arenosillo y ATLAS, son complementarios en cuanto a sus aplicaciones: ATLAS para UAS Ligeros y Arenosillo para UAS medios y pesados.
El sector aeronáutico andaluz
El sector aeroespacial andaluz está considerado por la Junta de Andalucía como un sector estratégico para el desarrollo regional. Ha recibido una atención especial durante los últimos años, de manera que se han construido importantes infraestructuras, se han creado organismos especializados en la prestación de servicios avanzados, se han incentivado a las empresas del sector, etc., lo que se ha traducido en la consolidación de Andalucía como un polo aeronáutico a nivel internacional.
Este compromiso del Gobierno andaluz se ha concretado también en el actual Programa de Acción del sector aeroespacial, puesto en marcha en el marco del Plan Andaluz de Desarrollo Industrial (PADI), que establece las líneas estratégicas a acometer por la Junta de Andalucía para el periodo 2010/2013. Entre las actuaciones previstas se encuentran establecer espacios para ensayos en vuelo y experimentación de aeronaves no tripuladas y la creación de un centro de excelencia de UAS.
En la elección de Andalucía frente a otras posibles localizaciones se ha tenido en cuenta no sólo la existencia del centro del Arenosillo, sino también la posición de liderazgo alcanzada por la comunidad autónoma en el sector aeronáutico durante los últimos años.
Con una participación destacada en grandes proyectos europeos como los del avión de transporte militar A-400M y el de pasajeros Airbus A-380 y A-350XWB, el sector aeronáutico andaluz facturó el pasado año 1.983 millones de euros, empleó a 10.278 trabajadores (28% del total nacional) y fue el que más creció en el conjunto de España. Actualmente cuenta con 133 empresas, de las que el 43% se dedican a la fabricación mecánica, al utillaje y al montaje de aeroestructuras; el 17% de ingenierías y el resto de materiales compuestos, ensayos y servicios. El 90% de estas sociedades se concentran en el eje Sevilla-Cádiz.
Según el Informe Estadístico del Sector Aeronáutico Andaluz 2009-2010, de la Fundación Hélice, la inversión en I+D del sector aumentó el pasado año en 16 millones de euros, hasta superar los 28 (incremento del 133%). Andalucía fue asimismo la segunda comunidad autónoma exportadora, con unas ventas por valor de 920,5 millones de euros (un 14,4% más que el año anterior), lo que supone el 35,1% del total nacional.
El sector cuenta con un completo Sistema de apoyo a la I+D+i, impulsado por la Junta para reforzar la capacidad tecnológica de las empresas auxiliares y garantizar su participación en los proyectos aeronáuticos que actualmente se desarrollan en la comunidad. Se trata del Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC), situado en el Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía Aerópolis de La Rinconada (Sevilla).
El CATEC dispone de 1.500 metros cuadrados de oficinas y 3.000 de laboratorios y talleres, divididos en las áreas de nuevos materiales aeroespaciales y procesos industriales; aviónica y sistemas no tripulados; automatización y robótica, y simulación y software. Su construcción supuso una inversión de 21 millones de euros, financiados a través de un convenido de colaboración entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía. Actualmente, este centro trabaja en más de 40 proyectos de I+D, en colaboración con empresas y organismos públicos de investigación aeroespacial.