El sueño de Cataluña de tener una aerolínea de bandera se convirtió el viernes en una pesadilla. Spanair, lo que debía haber sido la gran iniciativa de la sociedad civil catalana y la herramienta de la Generalitat para influir en la gestión del aeropuerto de Barcelona-El Prat, en manos de Aena, acabó siendo un pozo sin fondo que devoraba dinero público. / Esta noticia se puede leer en www.elpais.com.
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