Boeing podría parar ‘temporalmente’ la producción del 737 MAX

El director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, dijo ayer que la compañía podría dejar de fabricar «temporalmente» su modelo 737 MAX en caso de que se alargue su orden de inmovilización.

«Si nuestra estimación del retorno al servicio (del MAX) se modificara, podríamos ver reducciones en el ritmo de producción y otras opciones, incluido el cierre temporal de la producción», dijo Muilenburg en una conferencia telefónica.

Boeing también anunció que perdió 793 millones de dólares en la primera mitad del año, mientras que en el mismo periodo de 2018 tuvo unos beneficios de 4.673 millones.

El impacto de la crisis que atraviesa la aeronáutica se reflejó especialmente en los datos del segundo trimestre, el más seguido por Wall Street, en el que se revirtieron las ganancias de 2.196 millones de dólares que registró en el ejercicio anterior, hasta anotar ahora unas pérdidas de 2.942 millones.

Devolver el funcionamiento de la flota

Boeing adelantó el jueves pasado que el veto a los aviones le supondría un coste de 4.900 millones en estos resultados y hoy insistió en que la firma está centrada en devolver al funcionamiento esa flota «con seguridad», según indicó en un comunicado su máximo ejecutivo, Dennis Muilenburg.

Boeing aseguró la semana pasada que preveía un levantamiento de la prohibición para volar de los modelos MAX, que tiene cuatro meses vigentes luego de dos accidentes en los que murieron 346 personas, pero el miércoles tuvo más cautela y reconoció que esta decisión estaba en manos de los reguladores.

En abril Boeing redujo su producción de MAX de 52 a 42 aparatos mensuales pero el pasado jueves dijo que planea elevar a 57 en 2020 la fabricación mensual. Esa última previsión se basaba en la hipótesis de que los MAX volverían a volar a comienzos del cuarto trimestre de este año.

«Trabajamos sin pausa para responder a sus exigencias. Ese proceso es dinámico e implica un permanente diálogo», añadió el director ejecutivo al referir que son los reguladores aéreos, como la FAA, los que tienen la última palabra sobre el retorno al servicio del 737 MAX.

Texto: www.dw.com

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