El acuerdo prevé el intercambio de experiencias y la evaluación conjunta de los mercados específicos en los que se pueden establecer estrategias de ventas, en el sector de aviones de transporte militar de tamaño medio.
Sobre este acuerdo, el periodista Pierre Sparaco plantea en Aeromorning que Boeing persigue ganarse la simpatía del gobierno de Brasil ya que aspira a vender 36 cazas F/A-18E Super Hornet, después de desvanecerse la posibilidad de que comprase el Rafael de Dassault Aviation.
«Boeing tiene una amplia experiencia en aviones de transporte militar, así como un profundo conocimiento de los clientes potenciales para el KC-390, especialmente en mercados que no estaban incluidos en nuestro plan inicial de marketing», dijo Luiz Carlos Aguiar, Presidente y CEO de Embraer Defensa y Seguridad. «Este acuerdo reforzará la posición de prominencia del KC-390 en el mercado mundial de transporte militar».
El programa de cooperación para el KC-390 es parte de un acuerdo más amplio firmado por Boeing y Embraer en abril de este año, cuando ambas empresas anunciaron la cooperación en diversas áreas, incluyendo las características de los aviones comerciales para aumentar su seguridad y la eficiencia, la investigación y la tecnología, y la incorporación de los biocombustibles en la aviación.
El KC-390 es un proyecto de la Fuerza Aérea Brasileña, para lo cual se contrató en abril de 2009 a Embraer para desarrollar la aeronave. Si entra en producción será el avión más grande que producido por la industria aeroespacial brasileña y establecerá nuevos estándares de avión de transporte militar de rango medio en términos de costos de rendimiento, capacidad, flexibilidad y funcionamiento.
Boeing mantiene una asociación sólida y de largo plazo con Brasil desde hace más de 80 años, que comenzó con la entrega de los primeros F4B-4 luchadores para el gobierno brasileño en 1932 y ofrece asistencia desde 1960 a las compañías aéreas comerciales de Brasil. Boeing abrió una oficina en Sao Paulo en octubre de 2011.
