Procesadores del siglo pasado controlan un avanzado robot para la exploración de Marte. Incluso, las consolas de videojuegos están muy por encima en lo que a modernidad se refiere. Con este escenario, el consejero delegado de EADS, Tom Enders, puso a reflexionar a los asistentes al acto de apertura de la actual edición de la CeBIT, en Hannover (Alemania).
Enders presentó «Bridget» a los invitados, el robot futurista para la exploración de Marte que está siendo desarrollado actualmente por Astrium –filial de EADS–, en cooperación con la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según Enders, a pesar de que esta maravilla tecnológica es capaz de pasar por encima de rocas y hacer perforaciones en el suelo de Marte, además de determinar por sí mismo el camino a seguir en dicho planeta, su núcleo de procesadores fue creado en la década de los noventa.
El CEO de EADS confirmó que la creciente brecha en innovación entre el sector de las tecnologías de la información (TI) y la industria de procesamiento se origina en los distintos ciclos de vida e innovación de los respectivos productos. «Cuando Bridget parta rumbo a Marte, en 2018, el rendimiento de los ordenadores se habrá triplicado con respecto a los de hoy en día», explicó Enders.
Añadió que «por tanto, su ordenador tendrá entonces un retraso tecnológico equivalente a tres décadas». Según lo expuesto por Tom Enders, gracias al sector de TI, la aviación es hoy en día más segura y más respetuosa con el medio ambiente. No obstante, si en un principio la industria de procesamiento hubiese llevado la voz cantante en el ámbito del software y los microcontroladores, hoy en día se habrían invertido los papeles.
El sector de las TI, y en particular el especializado en productos de consumo, es ahora quien sienta las bases. Sus innovaciones ofrecieron a otros sectores procesos de producción y posibilidades completamente nuevas.
“Desde los trabajos iniciales de investigación, hasta su desmantelamiento, la vida útil de un avión puede alcanzar los 90 años”, señaló el CEO de EADS. Poner en marcha un nuevo programa puede llegar a costar más de 10.000 millones de euros. Más de tres millones de piezas tienen que funcionar correctamente desde el primer día hasta el último, porque la vida de más de tres mil millones de personas al año depende del cumplimiento de los estándares de seguridad. Es precisamente esto lo que diferencia a la industria aeronáutica de otros sectores que renuevan sus modelos con más frecuencia.
Los nueovs aviones, con software obsoleto
La certificación de un nuevo tipo de avión por parte de los organismos de supervisión también implica hoy en día la congelación de todos los componentes de software en su nivel tecnológico actual correspondiente. Por tanto, cuando las compañías aéreas ponen en servicio los aviones, su software ya es obsoleto.
En este sentido, Tom Enders declaró: «A los cerca de 200 millones de euros que hay que invertir en los sistemas informáticos de un nuevo tipo de avión, hay que sumar costes de mantenimiento aún más elevados, debido a que desde un principio hay que lidiar con sistemas obsoletos».
Por este motivo, enders hizo un llamamiento a «revolucionar el proceso de innovación sin que éste vaya en detrimento de la industria. Necesitamos acelerar el proceso de innovación sin hacer concesiones en el ámbito de la seguridad». El alto directivo instó a los demás sectores implicados a cooperar estrechamente y cerrar así la brecha en innovación.
«El lema de la actual edición de la CeBIT es ‘Shareconomy’, un concepto de colaboración que solo podremos llevar a la práctica si nos sentamos a la misma mesa y lo desarrollamos conjuntamente», aseveró el CEO de EADS. No solo la industria aeroespacial sacaría partido de una colaboración de esta naturaleza, sino también todos los sectores de fabricación.