Los secretarios de Estado de Defensa, Constantino Méndez, y de Investigación, Felipe Pétriz, junto con el director general del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), Jaime Denis, y el presidente de la Fundación CSIC, Rafael Rodrigo, han firmado hoy un convenio de colaboración para investigar las capacidades científico-técnicas en el sector aeroespacial.
El convenio plasma la confluencia de intereses del INTA y la Fundación CSIC, toda vez que el primero está elaborando su Plan Estratégico 2011-2015, y la Fundación CSIC está realizando un recurso web que organice las diferentes actividades de investigación científico-técnica en España.
El Plan Estratégico del INTA, que involucra a todas sus unidades y pretende mejorar el cumplimiento de las funciones del Instituto, se beneficiará de la aplicación de los modelos y formatos de catalogación y planificación estratégica desarrollados por la Fundación CSIC. Ésta, por su parte, contará con la información suficiente sobre las actividades del INTA, con vistas a construir una base de datos que permita a la Fundación buscar, promover y facilitar la captación de financiación privada para dichas actividades de investigación del INTA.
El INTA y la Fundación CSIC han previsto un proceso de evaluación externa del Plan Estratégico del Instituto. Para ello se cuenta con la colaboración de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP), unidad de la Secretaría de Estado de Investigación encargada de la valoración científico-técnica de las acciones del Plan Nacional de I+D+i y de otras actuaciones de política científica y tecnológica. El formato final de evaluación deberá ser aprobado por la Dirección del INTA.
El INTA es el organismo público de investigación aeroespacial, cuyo trabajo se reparte entre la I+D+i y la Certificación de Ensayos. El Instituto tiene las funciones de asesoría, soporte técnico, ensayos y certificación, tanto para las Fuerzas Armadas como la industria, para lo que cuenta con más de 100 laboratorios, que van desde los análisis de combustibles hasta la certificación de aeronaves, pasando por aerodinámica, electrónica de potencia, astrofísica espacial o cargas útiles científicas.
Asimismo, el INTA presta especial atención a las tecnologías emergentes, como las comunicaciones ópticas difusas en el interior de los satélites, los nuevos materiales y materiales nano-estructurados para la fabricación de sensores solares y magnéticos más pequeños y más precisos, o, dentro de la óptica espacial, el desarrollo de retardadores ópticos de cristal líquido, que se van a emplear, por primera vez, en un proyecto de observación y medida de los campos magnéticos solares.
Edición: José Fernández / Foto: Ministerio de Defensa
