El 21 de enero dos UAVs, un avión de prueba Proteus de Northrop Grumman y un Global Hawk de a NASA, realizaron un vuelo de prueba clave situándose a una distancia de 40 pies (13 m) a una altura de 45.000 pies (13.500 m), con lo que se logró un gran paso para demostrar la capacidad de reabastecimiento en vuelo autónomo de dos UAVs a alta altura, una operación que no se había realizado hasta la fecha. Esta información se puede leer en www.revistatenea.es.