Rolls-Royce anunció el pasado 18 de mayo que ha completado con éxito las primeras pruebas de su demostrador de tecnología UltraFan en sus instalaciones de Derby (Reino Unido). Las primeras pruebas se realizaron utilizando un 100% de combustible de aviación sostenible (SAF).
Se trata de un momento histórico para Rolls-Royce: es la primera vez en 54 años que el fabricante de motores aeronáuticos prueba una arquitectura de motor completamente nueva y es la prueba de lo que se puede conseguir cuando la industria y los gobiernos trabajan juntos.
Con TELEGRAM recibirás en tu móvil al instante nuestras noticias. Clica aquí y síguenos: t.me/aerotendencias
Confirmar la capacidad del conjunto de tecnologías incorporadas en el demostrador es un gran paso hacia la mejora de la eficiencia de los motores aeronáuticos actuales y futuros. UltraFan mejora en un 10% la eficiencia del motor Trent XWB, que ya es el gran motor aeronáutico en servicio más eficiente del mundo.
A corto plazo, existen opciones para transferir tecnologías del programa de desarrollo de UltraFan a los actuales motores Trent, lo que proporcionará a los clientes de Rolls-Royce una disponibilidad, fiabilidad y eficiencia aún mayores.
A largo plazo, la tecnología escalable de UltraFan, con un empuje de entre 25.000 y 110.000 libras, ofrece la posibilidad de propulsar nuevos aviones de fuselaje estrecho y ancho previstos para la década de 2030.
Las pruebas se llevaron a cabo en el banco de pruebas 80, el mayor y más inteligente del mundo. Se utilizó combustible de aviación sostenible (SAF), derivado principalmente de materias primas sostenibles basadas en residuos, como los aceites de cocina usados, fue suministrado por Air bp.
La prueba del demostrador es la culminación de muchos años de trabajo, que ha contado con el apoyo del Gobierno británico a través del Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI), Innovate UK, los programas Clean Sky de la UE, LuFo y el Estado de Brandeburgo (Alemania).
UltraFan lleva una década gestándose y su concepto se presentó públicamente en 2014. Se trata de una arquitectura de diseño fundamentalmente diferente a la de los aproximadamente 4.200 grandes motores Rolls-Royce Civil actualmente en servicio, ya que incorpora un diseño de engranajes que ningún otro actor del sector ha producido antes a este tamaño.
Demostrarlo a esta escala le da al fabricante la flexibilidad necesaria para reducirlo según las necesidades de los clientes. También le situará en una posición única para ofrecer una gama de soluciones de propulsión de dos y tres ejes, de accionamiento directo y de engranajes para los aviones del futuro.