Según informó ayer CCOO de Madrid, a las 17,30 horas los trabajadores de las cafeterías del Aeropuerto de Madrid-Barajas, pertenecientes a RAESA (grupo Áreas), tenían previsto concentrarse y realizar una pitada frente a la dirección de esta empresa (Terminal 2, Llegadas). RAESA gestiona la mayoría de cafeterías del aeropuerto madrileño. Previamente, habían convocado una asamblea de sus 889 empleados, en la que se esperaba ratificar la convocatoria de huelga los días 31 de marzo y 1 de abril, una vez sobrepasado el plazo dado a la empresa para que abone las subidas salariales acordadas para el año 2010.
Estas subidas no han sido repercutidas por la empresa, a pesar de haber obtenido un resultado positivo en el balance del año 2009, siendo su intención vincular dicho pago a la obtención de un nuevo acuerdo laboral de empresa (el anterior expiró en 2009), bajo unas condiciones salariales inasumibles para los trabajadores, con el fin de garantizarse una «jugosa» cuenta de resultados para los tres próximos años, que son los que le restan de concesión a esta empresa.
El comité de empresa ha sido conminado por el consejo de Administración a llevar a cabo un recorte en los salarios, como condición, no como garantía, para la continuidad de la actual empresa, o en todo caso del actual sistema de concesiones, a pesar de que los trabajadores de RAESA llevan tres años con los salarios prácticamente congelados, lo que ha facilitado a la empresa unas ganancias de más de 3 millones de euros sólo en el ejercicio 2009.
Esta plantilla siempre ha apostado por crear empleo de calidad en lo social y laboral, siendo un referente en el sector. El comité ha presentado una plataforma para la negociación del nuevo acuerdo laboral, con una serie de propuestas realistas, en las que la plantilla asume un importante esfuerzo salarial con el objetivo de bajar el coeficiente de gastos de personal para el año 2010, así como poner las bases para la disminución de dicho coste en los próximos años, a pesar de que en el resto de parámetros (gastos de materia prima, canon de AENA, gastos generales, etc..), el Consejo de Administración no contempla su reducción.
Edición: JFG