Air Nostrum vuelve a plantear una reestructuración organizativa basada solo en la reducción salarial de sus trabajadores. Esa es la conclusión que el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), obtiene del plan presentado por la compañía para tener beneficios en 2015. Según el plan, Air Nostrum pretende ahorrarse hasta 22 millones de euros mediante una reducción salarial generalizada, entre un 25 y un 50% el salario a los empleados.
Air Nostrum, franquiciada de Iberia, parece encontrar en los trabajadores el chivo expiatorio a su mala gestión, haciendo recaer en ellos sus eventuales soluciones para salir de la crisis. En enero de 2009, comenzó un ERE temporal que duró hasta enero de este año. Lejos de haber servido para superar la crisis, días después de dejar de aplicarse la compañía presentó su segundo ERE, que iba a ser de aplicación hasta marzo de 2014 y que ahora interrumpe para presentar la rebaja de sueldos.
«Con el primer ERE la compañía prometió que serviría para entrar en ganancias –lamentan desde la sección sindical de SEPLA en Air Nostrum-. Ahora vemos que nuestros esfuerzos para sacar adelante la empresa han sido en vano».
Mala gestión
Air Nostrum es desde hace años todo un ejemplo de lo que la mala gestión empresarial es capaz de hacer. Muchas de las pérdidas sufridas vienen de malas decisiones tomadas desde la cúpula directiva. Ejemplo de algunas de ellas es el contrato de leasing firmado por Air Nostrum para el alquiler de sus aviones.
A pesar de que la mayoría de compañías aéreas firman estos contratos en dólares, Air Nostrum eligió hacerlo en euros. La posterior depreciación de nuestra moneda con respecto al dólar le ha supuesto a la compañía elevadas pérdidas.
Por ello, los 12 aviones de la flota de Air Nostrum que se encuentran inmovilizados en Valencia tras la reducción de producción de la compañía llevada a cabo en los últimos meses, eleva las pérdidas hasta 1.920.000 euros mensuales. Otro ejemplo del origen de las pérdidas de la compañía son las cuotas de nocturnidad por extensión de horario de los aeropuertos secundarios en los que la compañía opera vuelos nocturnos.
Estas pérdidas, debidas a la pésima programación de vuelo, ascienden a 105.000 euros al mes. En este sentido, SEPLA recuerda que Air Nostrum es la compañía que más subvenciones recibe por parte de las administraciones públicas. Una cifra que la Comisión Nacional de la Competencia elevó hasta los 100 millones entre 2007 y octubre de 2011.
Una reestructuración real
SEPLA recuerda que la medida planteada por Air Nostrum supondría una bajada definitiva de los salarios de sus trabajadores, que llevan ya tres años soportando recortes en sus nóminas sin apreciar que los sacrificios se planteen para todos los colectivos por igual.
La rebaja de un 40% de la cúpula directiva es un hecho testimonial teniendo en cuenta que los ingresos que reciben los directivos de las empresas vienen de conceptos externos a la nómina. Igualmente, la retirada de los coches de los directivos es sólo una medida de cara a la galería que no supone un ahorro real en los gastos y que, además, se debería haber planteado hace tiempo, cuando la empresa empezó a presentar pérdidas.
Además, la compañía no ha presentado ningún plan de reestructuración ni en la operación de sus aviones ni en su organización interna, por lo que la reducción salarial se plantea como la única medida de futuro de la compañía. Una vía que ya ha demostrado fracasar en el pasado.
«No nos negamos a hacer sacrificios siempre y cuando éstos vengan acompañados de un plan de viabilidad de la compañía que garantice su futuro y el futuro de nuestros puestos de trabajo», aseguran desde SEPLA en Air Nostrum. «Para eso, es imprescindible una gestión equilibrada que sepa adaptarse al entorno competitivo en que se mueve y sepa optimizar bien sus recursos humanos y materiales».