Los sindicatos CCOO, UGT, USO, Asetma y Sictpla -que acumulan una representatividad cercana al 90% de los trabajadores de la compañía Iberia- han convocado un calendario de huelgas de 24 horas en la aerolínea para los días 14, 17, 18,19, 20 y 21 de diciembre, contra el plan de restructuración de dirección.
Las razones que han llevado a esta convocatoria son el riesgo real de desmantelamiento de Iberia a través del plan de restructuración que ha presentado su dirección y que pasa, entre otras medidas, por el despido de más de 4.500 trabajadores de tierra y vuelo.
Además, se pretende la segregación y posterior venta de los negocios de mantenimiento y handling, el abandono de rutas estratégicas, la retirada de 25 aeronaves, reducciones salariales de entre el 25 y el 35% de media y un descenso del 15% en su oferta comercial, entre otras.
Ante semejante panorama, los sindicatos convocantes han asegurado que no pueden ser cómplices de un plan que quiere destruir Iberia y convertirla en una compañía residual dentro del sector aéreo mundial, fagocitada por British Airways y con unas perspectivas de crecimiento a medio y largo plazo nulas.
Por ello, han rechazado sentarse a negociar con los gestores de la compañía y han emplazado a éstos a reconsiderar su postura y ofrecer un plan de crecimiento en el que se puedan contemplar medidas de sacrificio pero, también, de recuperación de la actividad productiva de Iberia, de inversión y de consolidación de la empresa a través de un proyecto realista que apueste por la viabilidad.
Los actuales gestores no pueden liderar los retos a los que debe hacer frente Iberia, una compañía que, conviene recordar, ha dado beneficios todos los años durante el período 1995-2008, alcanzando una cifra récord de 1.400 millones de euros de beneficio entre los años 2001 y 2008.
Atendiendo a estos antecedentes, es incomprensible que los responsables de la empresa tiren la toalla en un contexto económico adverso que requiere de estímulos e ideas constructivas -además de sacrificios- y acepten con sumisión desguazar un referente de la aeronáutica en nuestro país.
Iberia aporta el 15% del PIB de Madrid
Asimismo, Iberia aporta beneficios tangibles a regiones como Madrid -entre otras- donde a través del hub de la T-4 del aeropuerto Madrid-Barajas se está generando una actividad económica que supone el 15% del PIB en esta comunidad. En este sentido, sería bueno preguntarse en qué quedaría la multimillonaria inversión en la construcción de esta mega-infraestructura aeroportuaria si Iberia deja de ser un referente y pasa a transformarse -como pretenden sus directivos- en una aerolínea más dentro del sector.
Por otra parte, los sindicatos han recordado que ya existe un ERE vigente en Iberia que fue consensuado entre empresa y sindicatos en el año 2001 (ERE 72/2001), a través del cual se ha adelgazado la plantilla en estos años y que, en opinión de los sindicatos, se revela como la vía menos traumática para un reajuste mayor en el terreno laboral, por cuanto contempla condiciones asumibles para los trabajadores y no otras, como las que permite la nueva Reforma Laboral aprobada por el Gobierno, que se revelan como una agresión a los trabajadores.
A esto, habría que añadir la prepotencia de una Dirección que ha fijado como fecha tope para cerrar un acuerdo el 31 de enero de 2013, reconociendo que de no materializarse éste, se tomarán medidas más drásticas.
Los portavoces sindicales han descartado que se produzcan nuevos paros en el mes de diciembre, más allá del calendario fijado, para no perjudicar a los usuarios del transporte aéreo en fechas tan significativas.