Campaña para exigir a las aerolíneas que aclaren si sus pilotos son alumnos en prácticas

El logotipo y el lema de la campaña
El logotipo y el lema de la campaña

Asociaciones de pilotos de toda Europa han lanzado una campaña de firmas en la Unión Europea (UE) para exigir que, a la hora de comprar un billete aéreo, el usuario sea informado de si los pilotos que van a manejar el avión en el que volará son profesionales con su habilitación completa, o bien se trata de estudiantes que pilotan en proceso de formación y, por tanto, no cobran.

En esta fórmula sofisticada de subempleo, el piloto en prácticas no solo no cobra por volar sino que paga a la aerolínea que la contrata y a otros intermediarios cantidades promedio de unos 60.000 euros por realizar hasta 1.000 horas en vuelos comerciales con pasajeros.

La campaña de firmas ha sido lanzada por la asociación gala de pilotos SNPL France ALPA, utilizando Avaaz como plataforma. A ella se ha adherido la Asociación Europea de Pilotos (ECA), que agrupa a 37 organizaciones europeas, entre otras el sindicato español Sepla. El eslogan de la iniciativa reclama que «los pilotos no deben pagar por volar». (Pilots must not pay to fly).

El objetivo principal de la campaña consiste en exigir a las autoridades de Aviación Civil de la Unión Europea que prohíban la práctica denominada line training (entrenamiento en línea), a la que fuentes cercanas al lanzamiento de la iniciativa califican como «una de las fórmulas más sofisticadas y peligrosas de subempleo».

La UE no responde

A la vista de que, hasta la fecha, Bruselas se niega a poner coto a esta práctica y da la callada por respuesta, las asociaciones de pilotos exigen que, al menos, la Unión Europea declare obligatorio que, a través de las agencias de viaje tanto físicas como en la red y en las páginas oficiales de las aerolíneas, «se informe con claridad a los pasajeros de si los pilotos que manejarán su avión tienen su título de habilitación completo, o simplemente son estudiantes en prácticas».

Foto: Archivo AeroTendencias
Foto: Archivo AeroTendencias

En el texto que los colectivos de pilotos han pasado a la firma por todo el continente se afirma que «la práctica de ‘pagar por volar’, plantea graves preocupaciones a la hora de determinar la efectiva responsabilidad de los pilotos durante el vuelo. En circunstancias normales, a los pilotos se les paga para encargarse de la seguridad y la buena marcha del trayecto. Cuando el estudiante-piloto paga por volar se invierte la situación y se reduce o cancela el aval de responsabilidad del piloto, causando un impacto implícito sobre la seguridad del vuelo».

Ante la falta de respuesta de las autoridades de la UE para legislar contra la práctica de ‘pagar por volar’, los pilotos reclaman que se exija a las aerolíneas que realizan estas prácticas «que revelen este hecho de la manera más visible posible en los procesos de venta de sus billetes para tener a los pasajeros informados con claridad de que están vendiendo horas de vuelo a sus pilotos». Que sepan, en suma, que «a los mandos de un aparato que transporta 150 almas» se encuentra un estudiante en prácticas.

Con nombre propio

En el texto elaborado para justificar la campaña de firmas se menciona por su nombre a varias aerolíneas que utilizan la práctica del ‘entrenamiento en línea’ en Europa. Se trata de Astraeus Airline, Wizzair y Strategic Airline, con fuerte presencia en vuelos continentales.

En España el sindicato de pilotos Sepla denunció hace un año que Swiftair «convierte las cabinas de sus aviones en escuelas de vuelo» al utilizar «de manera habitual la modalidad de entrenamiento en línea» por lo que se ha convertido en «el paradigma del concepto de pagar por volar» en nuestro país. En el pasado verano de 2014 Swiftair fue protagonista del último accidente de un aparato con pasajeros de la aviación civil española.

Prohibido en EEUU

En el texto de denuncia que está circulando por Europa se hace constar que la Agencia Federal de Aviación Americana (FAA), la máxima autoridad aeronáutica de Estados Unidos, ha prohibido recientemente este tipo de actividad en las aerolíneas de su país. Justifica la medida porque «genera inseguridad en los vuelos y limita la responsabilidad de los pilotos en las operaciones de vuelo». De este modo, un negocio que inventaron y explotan empresas de EEUU, ahora solo se desarrolla principalmente en Europa y Asia.

Eaglejet Internacional, líder mundial de esta actividad con sede en Miami (EEUU), afirma en su página web que los estudiantes tienen la opción de elegir sus prácticas «con experiencia de piloto de vuelo de una aerolínea del mundo real». Aunque solo al final de proceso de contratación del programa de ‘entrenamiento en línea’ el aspirante averiguará cuál será la aerolínea en la que realizará sus prácticas, la empresa deja claro que puede ser una compañía europea incluida entre las 424 operadoras que están asociadas a sus programas.

Del contenido de la página web de Eaglejet se desprende la estrecha colaboración de la estadounidense con algunas importantes compañías de nivel mundial. La firma de Miami es «proveedor de entrenamiento» de una de las mayores alianzas globales de compañías aéreas del mundo; Sky Team, liderada por Air France-KLM.

En el área del sitio de Eaglejet donde se comunican las tarifas que deberá abonar el aspirante a piloto por tripular aviones en línea con pasajeros de la familia de los birreactores Airbus 320 se asegura que el precio «está supeditado a las cantidades que fije la compañía aérea».

Al estilo de los sistemas de promoción estadounidenses, en la página se recogen ‘testimonios’ de jóvenes aspirantes que, desde la más palmaria inexperiencia, han logrado convertirse en pilotos entrenándose a los mandos de aviones comerciales en línea con pasajeros… a base de tirar de talonario. «Nunca había tenido una posición de aviador profesional. Poseía un cierto conocimiento del negocio de la venta de aviones, pero en absoluto experiencia en el manejo de un avión. Entré en el programa de Eaglejet pagando 800 horas de vuelo con un certificado de instructor caducado», relata uno de esos pilotos, identificado como Anthony Williams.

Texto: Antonio Ruiz del Árbol – Publicado en www.eldiario.es

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